A menos de una hora de que diera el inicio del carnaval, en las oficinas del Ministerio de Salud de Limón, autoridades sanitarias y de Seguridad, discutían si le daban el visto bueno al arranque del evento.
“Nosotros le dimos permiso para algo más pequeño, pero se les hizo demasiado grande la actividad, hay más locales y además se presentó un problema con los oficiales de seguridad”, señaló la Ministra de Salud, Daisy Corrales.
El subdirector de la Fuerza Pública, Erick Calderón, explicó que la seguridad privada informó al mediodía que se iban a retirar porque no les habían pagado.
Tampoco contaron con los refuerzos previstos, pues según dijo, la municipalidad se comprometió a trasladar a varios oficiales de la Policía montada de San José y de Talamanca y nunca llegaron.
Giovanni Cedeño, dueño de la empresa Swat, encargados de la seguridad privada, comentó que él advirtió a los organizadores que si no hacían el segundo pago se retiraban, pues el año pasado les quedaron debiendo. Además a los oficiales no les dieron las condiciones adecuadas, pues los instalaron en una guardería en colchonetas de cuna y no les dieron alimentación.
La ministra aclaró que no se cancelará el concierto, pero que darán seguimiento.
Se intentó conocer la versión de la vicealcadesa Cynthia Small pero no fue posible localizarla.