Las urbanizaciones y viviendas crecieron a un ritmo acelerado, lo que provocó que la demanda superara la oferta. Esto, sumado a lo obsoleto de algunas tuberías, deriva en fallas en el suministro de agua potable a la población.
Si bien los últimos problemas que dejaron sin agua a miles de personas no tienen relación entre sí, dejan entrever que los sistemas sobrepasaron su vida útil, sobre todo en el centro de San José.
El 31 de marzo, luego de mejoras en la Planta Alta de Tres Ríos, una fuga dejó sin el líquido a pobladores de lugares como Coronado, principalmente.
El 17 de abril, la crecida del río Jorco en Desamparados dañó la tubería y el domingo anterior una fuga por la ruptura de una unión en la tubería principal que abastece a Desamparados se rompió.
Ayer le tocó el turno a Santa Ana. (Ver nota aparte).
Más problemas
“Las fugas en el centro de San José se dan porque la tubería es muy vieja; tiene más de 50 años. La tubería ha superado el período de diseño y ha fallado por agotamiento del material.
“Además, la carga de vehículos encima de la tubería no es la misma que hace 50 años”, dijo Eduardo Lezama, subgerente general de AyA.
Agregó que han cambiado las estructuras pero de manera paliativa y en conjunto con la Municipalidad de San José.
“Requerimos un cambio de manera integral y será cuando pongamos en ejecución el plan maestro de agua potable para el Área Metropolitana, que busca aumentar el caudal y mejorar la infraestructura.
“La demanda es superior a la oferta en sectores donde han crecido las urbanizaciones y condominios. Por eso tenemos el proyecto del sector oeste de San José, financiado con el BCIE, que cuesta $13,5 millones”, aseveró.
Lezama añadió que las zonas con mayor tránsito vehicular de San José son las más afectadas, esto debido al peso.
También en Santa Ana
Una tubería puesta a prueba se rompió ayer causando daños en cinco casas de Santa Ana, aunque no implicó suspensiones en el suministro de agua.
La tubería, que se coloca como parte de un proyecto para aumentar el caudal que abastece del líquido a las comunidades, se rompió debido a que uno de los anclajes no soportó la presión que permite determinar si tiene o no fugas.
“La empresa va a hacerse cargo de lo ocurrido. Es una tubería que está a prueba. No está integrado al sistema de abastecimiento y no ha sido recibido por el AyA”. dijo Eduardo Lezama, subgerente de AyA.
El problema quedó solucionado ayer por cuadrillas de AyA y la constructora.
