Nadie se hubiese imaginado que aquella niña con apariencia angelical, que encarnaba a Kimberley Drummond en la serie “Blanco y negro” (una de las comedias con más éxito de Estados Unidos, según Wikipedia), terminaría hundida en el fracaso.
De hecho la decadencia no fue solo para Dana, sino que los otros intérpretes de la serie también tuvieron ruina, afectados por la denominada “maldición de Blanco y Negro”.
Plato, y los otros dos protagonistas Todd Bridges (Willis Jackson) y Gary Coleman (Arnold Jackson) tuvieron problemas relacionados con escándalos de drogas y sexo.
En el caso de Dana fue una sobredosis la que acabó con su vida. Sin embargo, la carrera de la joven comenzó a ir en picada desde que quedó embarazada, a los 19 años, cuando aún interpretaba a la hermanastra de los Jackson.
Debido a su estado de embarazo, el papel de Kimberley en la serie fue cancelado, pero regresó para actuar durante la temporada de 1985-1986.
El desplome
Tras abandonar la serie, Plato fue arrestada en varias ocasiones. El diario El Clarín detalló que la primera fue por robar un vehículo en Las Vegas, y la segunda, por falsificar una receta de Valium, medicamento al que era adicta.
A los 20 años se casó y tuvo a su hijo Tyler, misma época en la que agudizó su adicción a la cocaína e incrementó su ingesta de alcohol (la cual inició desde temprana edad, a los 14).
Por sus adicciones un juez le quitó la custodia legal de su hijo de 14 años, cuando intentaba rehabilitarse.
Después de dejar la pantalla chica, Plato buscó publicidad, y cuál sería mejor que posar para la revista Play Boy; sin embargo, eso no fue suficiente para que su ya estancada carrera pudiera volver a alzar vuelo.
Al contrario, después de la publicación se sometió a una cirugía para aumentar sus senos, en su desesperada búsqueda por un papel estelar. Sus constantes fracasos la llevaron a buscar sin éxito el suicidio.
Dana culminó su carrera viviendo en una casa rodante, haciendo pornografía “suave” y de bajo presupuesto.
La actriz falleció en 1999, a los 34 años, producto de una sobredosis de Loritab (un analgésico narcótico que alivia dolores fuertes, tipo morfina).
