Sin saberlo un 7 de junio hace tres años el pequeño José David Arias Madrigal, se convirtió en héroe y sin súper poderes como los de Iron Man o Hulk, el niño de cinco años se llenó de valentía para salvar la vida de su familia cuando sufrieron un accidente.
Todo comenzó, según contó su mamá María Isabel Madrigal, cuando iban para una fiesta de quinceaños en Santiago de Puriscal.
En el auto viajaba José David, su hermano mayor Josúe Geovanny, su mamá y su papá Ewin Arias.
“Mi esposo padece de epilepsia pero hace tiempo no se descomponía, ese día le dije que se me habían olvidado los papeles del carro y creo que eso lo puso nervioso, entonces sufrió un ataque y perdió el control del carro que fue a dar a un guindo”, relató.
Toda la familia oriunda de La Gloria de Puriscal, quedó prensada y sin posibilidades de pedir ayuda, excepto el hijo menor a quien el papá le dijo que subiera en línea recta hasta salir a la carretera y pidiera ayuda a quien pasara.
A pesar de sus heridas el niño se llenó de valor y logró escalar los casi 100 metros de pendiente y cumplir con la encomienda de su padre.
Ya en la carretera llamó la atención de un motociclista que pasaba, tras contar lo sucedido cayó desmayado.
El rescate de la familia tomó varias horas y los dos pequeños fueron trasladados en condición delicada, pero lograron recuperarse por completo.
Hoy José David sigue siendo tímido, prefiere no hablar del tema, aunque sabe lo que significó esa hazaña.
Ese acto hizo que recibiera el reconocimiento del Ministerio de Cultura que le otorgó el Premio al Mérito Civil.
Según dijo su mamá, el pequeño va logrando superar el trauma poco a poco y sueña con convertirse en doctor. Además, le pidió a sus padres conocer el cuartel de bomberos y está en el grupo de cruzrojistas juveniles de la comunidad.
Su vida transcurre con normalidad, le gustan los videojuegos y el fútbol.
“Él siente que es su deber ayudar, luego de lo que pasó”, contó orgullosa su madre.
David sufrió heridas en su cuello y debió recibir tratamiento por problemas en su oído, sin embargo hoy las secuelas son mínimas y no padece de ningún problema físico.
Pequeño valiente
Disfruta jugando
A José David aún no le gusta hablar de lo que sucedió, pero en él quedó una espinita por ayudar a los demás.