Fiebre lo privó de jugar la final

Isaac Zúñiga Keith

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“Esto es por vos Aarón, es tuyo también papá”, gritaban a todo galillo los integrantes de la Selección Nacional de Fútbol Sala, mientras besaban sus medallas de campeón y cuando levantaron la copa de monarca de Concacaf.

Ellos le estaban dedicando el triunfo y el título a su compañero Aarón Jeréz, seleccionado al que una fuerte fiebre lo postró en cama desde el sábado y le impidió jugar la final de anoche.

“Tenía una fiebre muy fuerte y no se pudo levantar de la cama, y era un poco perjudicial para su salud”, le contó a Al Día tras el compromiso, el arquero Jairo Toruño, quien fue trascendental para la Tricolor ayer con sus salvadoras tapadas.

“La verdad es una paz tan interna la que tengo ahorita, porque es un estrés muy grande el que se maneja en el marco, no se puede equivocar uno y gracias a Dios estuvimos con mente positiva, nos la creímos y cumplimos”, agregó el arquero.

Por su parte el futbolista Alejandro Paniagua, comentó que para ellos sabe más el cetro porque vinieron de menos a más en el Premundial, y sobre todo porque pudieron silenciar el Domo Polideportivo.

“Sabe mucho, tiene un sabor especial. El título se debe al coraje y al esfuerzo de todos que se vio reflejado. No nos caímos en ningún momento y terminamos alzando la copa”, expresó.

“Había que marcarlos muy bien (a los chapines), lo hicimos, y sacamos el resultado. Ahora debemos proponernos nuevas metas, hacer un buen papel en la Copa del Mundo de Tailandia y porqué no, llevársela”, añadió a su vez Diego Zúñiga.

“Nos ha costado, pero aquí están los resultados de todo el esfuerzo y sacrificio que hicimos, concluyó Jorge Arias, quien se destapó con doblete en la final.