Esteban Cuvardic, editor

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El viernes hay que ganar sí o sí a los salvadoreños.

Es necesario e imprescindible empezar con el pie derecho la eliminatoria.

En un grupo que también integran México y Guyana, donde clasifican dos de cuatro a la hexagonal, es evidente que el rival a vencer es El Salvador.

Esto si damos por descontado que México quedará primero.

Los aztecas tienen tanto potencial - no en vano el fin de semana le ganaron a Brasil -, que muchos medios de ese país califican la eliminatoria como algo “aburrido”.

Es decir, que en México consideran que ir al Mundial es algo simple. Sencillo. Fácil.

Lejos quedan los tiempos en que los aztecas tenían dificultades para clasificar. No, ahora es casi automático que hay dos lugares fijos para la gran cita: México y EE.UU.

Luego, ahí es donde entra Costa Rica, a luchar por el tercer lugar o, si acaso, el repechaje.

Pero vamos por partes. No pensemos en la hexagonal. Hay que ir paso a paso. Lo primero es la cuadrangular.

Se supone que México terminará primero y que Guyana, falto de experiencia en estas instancias, será el colero.

Es decir, el segundo lugar lo pelearán Costa Rica y El Salvador. Por eso es que el viernes se necesita ganar sí o sí. Un empate sería visto poco menos que como una derrota.

Recordemos que, en la eliminatoria pasada, El Salvador eliminó a Panamá (pésimo recuerdo para Alexandre Guimaraes, entrenador de los canaleros en ese entonces).

Y El Salvador más de una vez nos ha hecho la vida imposible (rumbo al Mundial del 98 y en la eliminatoria anterior).

Así que cuidado con ellos. Pese a todo, considero que Costa Rica es superior. Claro, necesitamos mostrar un buen nivel, como ante España o Gales. Y, desde luego, no repetir ni por casualidad el pésimo partido en Guatemala.