2:42 p.m. Járkov, Ucrania, AFP.- Alemania dio un paso gigante hacia los cuartos de final de la Eurocopa al imponerse 2-1 a Holanda y sumar su segundo triunfo en fila, donde dejó a la “Oranje” al borde de la eliminación, al cabo de la segunda fecha del Grupo de la Muerte (B).
El punta de origen español Mario Gómez anotó el doblete (al 24 y el 38) de la victoria, se colocó como máximo artillero con tres tantos junto con el ruso Alan Dzagoev, contando el que hizo en el triunfo 1-0 ante Portugal en el debut, y dejó a la Mannschaft como líder solitario de la llave, con pleno de puntos.
El goleador holandés Robin van Persie (al 72) descontó con un derechazo desde el frontal, pero su equipo no logró evitar un nuevo revés.
El conjunto de Jochim Löw suma seis puntos, seguido por Portugal y Dinamarca con tres, luego del triunfo electrizante 3-2 de los lusos sobre los daneses en Lviv, mientras que el vigente subcampeón mundial, que arrancó el certamen con caída 1-0 ante la Dinamita, cierra la tabla en blanco.
Con Alemania como claro favorito para asegurarse el primer puesto de la llave, el grupo se define en la tercera jornada el domingo, cuando los tres veces campeones de Europa choquen con Dinamarca en Lviv y los lusos de Cristiano Ronaldo lo hagan en Járkov ante los neerlandeses.
Al conjunto de Joachim Löw le alcanzaron los 45 minutos iniciales para desnudar los problemas de vestuario que había revelado Wesley Sneijer en la semana. Holanda ya no era la misma del Mundial-2010 y eso se notó en la falta de respuestas anímicas ante el primer tropiezo.
Luego de resistir un primer impulso de supervivencia de la “Naranja Mecánica” con una volea de Robin van Persie (7) controlada por el meta Manuel Neuer y un remate demasiado cruzado del punta del Arsenal, que volvió a dejar a Klaas-Jan Huntelaar en el banco, la Mannschaft castigó con un golazo del “Torero” Gómez.
El punta del Bayern Múnich, que le ganó el duelo a su compañero de club Arjen Robben, controló de taco y mediavuelta un pase en profundidad de Bastian Schweinsteiger y la cruzó fuerte ante la salida del meta Maarten Stekelenburg.
Desde ahí, Holanda bajó los brazos. Alemania le tiró todo el peso de la historia, aquel triunfo en la final del Mundial-1974 (2-1), le recordó el último amistoso en noviembre en Hamburgo (3-0) y la siguió lastimando con su joven generación dorada.
A los 38, luego de varios avisos con desbordes de Thomas Müller o Mesut Özil, Schweinsteiger volvió a disfrazarse de asistidor y dejó solo a Gómez entrando por derecha, para fusilar cruzado al meta holandés.
La brecha se abrió más y pudo acabar peor para los de Bert Van Marwijk, tras un tiro libre de Schweinsteiger que Stekelenburg sacó cuando se le colaba por el segundo palo.
En la segunda parte los germanos arrancaron dominando y mostrando lucidez en todas las líneas. Incluso el central Mats Hummels, el nuevo Matthias Summer, muy sólido en la cueva, hizo una trepada individual impresionante que le paró cara a cara, dos veces, el meta holandés.
Antes, Boateng había sorprendido. El fútbol “total de Holanda” se encarnaba en la Mannschaft, ante la mirada sorprendida de cuadros como Sneijder, John Heitinga o Nigel de Jong.
A falta de media hora, las tropas de Löw decidieron bajar el ritmo y controlar desde el fondo. Eso dio aire a Holanda, que con una individualidad tras otra acertó con Van Persie, quien clavó el 2-1 con un derechazo (72) desde el frontal. El clásico moderno ya estaba sentenciado.
Alemania, que no baja del podio en una gran cita desde “su” Mundial (tercero en 2006 y 2010 y segundo en la Eurocopa-2008), ratificó su estatus de firme candidato al título y, de paso, se sacó el trauma de sufrir en la última fecha de fase de grupos, porque siempre perdía las segundas salidas por relajación.