Nacionales
Domingo 11 de marzo de 2012, Costa Rica

Mario Castillo Sánchez, el guayacán de la fotografía

“Toqué los hombros del Papa para acomodarlo”

Carlos Láscarez S.

clascarez@aldia.co.cr

En un gremio en el que la mayoría no sobrepasa los 40 años, Mario Castillo Sánchez se faja, cada domingo, en los diversos estadios tras la fotografía que será portada al otro día.

Una novia lo llevó a la foto

- ¿Cómo fueron sus inicios como fotógrafo?

Tenía una novia en Limón y compré una cámara para tomarle fotos. Me había costado ¢18 y era marca Rowney Fiesta, de Kodak, en 127 milímetros. Usaba un cartucho. Para esa época tenía 25 años. Después tuve Agfa, Retina y otras.

¿Cómo surge la pasión por la fotografía?

Como trabajaba en el ferrocarril, veía los paisajes. Me trasladaron a Siquirres. Las primeras que tomé fueron de la perforación de petróleo.

¿A quién considera como su maestro?

Podría decir que a Albin Robinson, quien tenía un estudio en Siquirres. Ahí empecé a entusiasmarme más. Aprendí a revelar y a ampliar. Después él se fue para Nueva York y me trasladé a San José a trabajar.

¿Cómo fue saltar de la cámara convencional a digital

Después de trabajar tantos años, había que cambiar. Primero llegó la Auto Foco. Al principio costó un poco; ahora hasta lo veo fácil.

¿En cuáles medios laboró?

Primero en El Diario de Costa Rica, donde ingresé el 16 de junio de 1964. El carné me lo dio Joaquín Vargas Gené (QdDg). Después fui corresponsal de ‘El Limonense’ y de una emisora que se llamaba KGI, en Los Ángeles, Estados Unidos. Les enviaba fotografías de diferentes accidentes y todo lo que me encontraba para destacar.

¿Cuál fue la experiencia que más lo marcó?

Lo que más me impresionó fue el accidente de una avioneta que se estrelló en el río Reventado (Cartago), en 1964. Me tocó auxiliar al piloto con ayuda de un tractor y entregárselo a la Cruz Roja. Estaba ahí porque ese día había pasado la avalancha del Reventado.

El piloto iba con el hijo. Cayeron en un lodazal y eso los salvó. Iban a bordo de un monomotor.

¿Ese día cómo actuó?

Primero tomé las fotos desde que la avioneta se venía estrellando hasta que cayó. El piloto era “Muñeco” (Fernando) Araya. Él vivía en barrio Los Ángeles, en San José.

¿Tuvo otros trabajos?

Primero fui ferrocarrilero para la compañía Northern Railway Company; luego estudié y trabajé en la librería Universal como técnico en radio y televisión. En Radiográfica Costarricense (RACSA) era operador y recibía la información que venía por radio al teléfono y de ahí la enviábamos a las casas. Ahí laboré por 18 años.

¿Cuánto más piensa seguir?

Hasta que Dios quiera, primero, y después mi jefe (se ríe). He dicho varias veces que me voy a retirar, pero al final no lo hago. Por mí, sigo cada domingo, como siempre.

¿Gracias a la fotografía, cuáles lugares ha visitado?

Toda Centroamérica. Asistí al Mundial de México 1986. En Panamá estuve tres veces con la selección nacional de fútbol. Haití, Jamaica, Nueva Orleans, Miami.... y Alemania por una invitación de mi nieta Paola Vega.

¿De México 86 qué recuerda?

Que tomé el primer gol del mundial (Hugo Sánchez). Salió en primera página de La República, La Nación y la revista Triunfo.

¿Para su gusto, cuál ha sido la mejor foto que ha logrado?

Las erupciones del volcán Irazú (1963) y la avioneta siniestrada. Era tanta la fiebre en esa época que junto a un bombero llegamos al día siguiente a las 6 a.m. Bajamos hasta el cráter y me sostuvieron de los pies para ver hacia abajo. Al sentir el olor a azufre, decidimos salir. Después se vino la erupción y nos dejó encerrados. Huimos hacia el lado norte, pero luego llegamos hasta un precipicio. Ese día perdí un zapato y nos fueron a rescatar. Hasta regañados salimos. Gracias a Dios puedo contar el cuento. Ese día la vimos cerca...

¿Cuál personaje mundial logró retratar?

Al Papa Juan Pablo II. Eso fue en el Seminario Mayor. Como no tenía lente angular, lo tuve que tocar de los hombros para acomodarlo. En ese momento me tocó y me bendijo. También a (John F.) Kennedy le tomé fotos.

¿Qué sueño le falta por cumplir a sus 82 años?

Talvez llegar a tener una casa propia; ahora es más difícil por la edad y los requisitos.

¿Qué piensa de los fotógrafos de hoy en día?

Los admiro porque traen sus nuevas ideas y vienen con una nueva técnica, completamente involucrados en lo digital.

¿Conserva alguna cámara de recuerdo?

Ninguna, todas las fui vendiendo para hacerme de equipo nuevo.

¿El fotógrafo nace o se hace?

Se tiene que hacer. De lo contrario, tendría que aprender desde muy pequeño. Se le tiene que tener cariño a la foto y observar mucho las revistas y periódicos desde que se está en la escuela. Tiene que empaparse mucho.

¿En el caso suyo, fue muy sacrificado?

En ocasiones. Me tocó estar en muchos lugares y hasta guerras; estar metido en la guerra con Edén Pastora, varias balaceras, accidentes y huelgas muy bravas.

¿De la época de Pastora, qué es lo que más recuerda?

Me tocó pasar el río San Juan como 20 veces, amarrado con un cable al bote para que no nos oyeran. Ir a tantas conferencias de prensa peligrosas en zona de conflicto...

¿Algún consejo para los jóvenes que quieren estudiar foto?

Que estudien y que busquen las nuevas técnicas. En lo particular, no me gusta mucho. Me parece que en ocasiones tratan de engañar al público. La foto es cómo es. No se le debe hacer ningún truco.