Su abuelo, quien también fue su padre, le enseñó a luchar y hacerle frente a las adversidades como fuera.
A Berny Madrigal le parece que fue ayer, cuando tenía 10 años, cuando su líder y consejero lo llevó a un equipo de fútbol en su natal Quepos, para que hiciera ejercicio. Él estaba muy preocupado por el sobrepeso de su nieto.
“No podía ni respirar, ni correr de lo gordillo que estaba. Mi abuelo le rogó al entrenador que aunque fuera de portero me alineara, dado que no me podía ni mover. Él siempre creyó en mí y me impulsó”, recuerda el integrante del programa “Combate”, de Repretel.
Poco a poco Madrigal le empezó a agarrar el gusto a los deportes, comenzó alzando pesas y corriendo.
El segundo reto fue migrar a San José y estudiar en la universidad Aquitectura. Como su familia no tenía el dinero necesario para costearle sus estudios, tuvo que laborar en un sin número de trabajos.
Su gusto por el deporte le moldeó un cuerpo que le permitió llegar a este programa de canal 11. Hoy, su perfil de Facebook tiene casi 70 mil seguidores, es un líder en su equipo naranja y nunca ha sido nominado.
A sus 28 años es uno de los más fuertes “combatientes”, pero el camino hasta ahí fue muy duro. Su abuelo pudo ver que su nieto siguió el buen camino y partir orgulloso de este mundo, porque un cáncer le ganó la batalla por la vida a sus 84 años, hace poco menos de un mes.
Luchador
¿Por qué decide salir de su natal Quepos?
Porque me metí a estudiar Arquitectura. Aunque ya llevo 10 años en eso, espero terminarla algún día, porque es muy cara. En ese tiempo no sólo tenía que pagar mis estudios, sino que debía ayudarle a mi familia que estaba en problemas económicos.
¿Qué trabajos tuvo?
Trabajé de salonero, de seguridad en los estadios...hice de todo. De salonero estuve en el restaurante Tex Mex, en Santa Ana. Era muy duro, porque trabajaba de 2 p.m. a 10 p.m. y de ahí tenía que viajar a Heredia donde vivía con una prima, hacer las maquetas para la universidad y luego ir hasta Zapote en la mañana. Recuerdo que estaba tan cansado que me dormía en el hombro de las personas.
¿Cómo llega al modelaje?
Me pasé a vivir a Guadalupe y en el gimnasio al que iba conocí a una gente que tenía una empresa de seguridad y se ganaba bien, no era tan matado como ser salonero. Al principio estaba en partidos de fútbol y luego me pusieron a cuidar modelos que iban a giras a San Carlos. En ese trabajo me convencieron de que yo podía modelar y me lo creí.
¿Cómo empezó a bailar?
En el 2004 estaban de moda los grupos de bailarines y Allan “Zero” de Vox me metió a Dark Nights. Y desde entonces no he parado.
¿Quién le enseñó a bailar?
Mi mamá, desde pequeñito, además soy de Quepos, allí todo el mundo baila.
¿Qué pasó con el estudio?
Ahí lo he llevado poco a poco, lo que pasa es que tengo muchos gastos. Me falta un año, pero siempre he sido buen estudiante.
¿Cuándo empezó a hacer ejercicio?
De pequeño, porque era muy gordo. Si les enseñara una foto mía no me reconocen. Mi viejito que ya descansa en paz estaba muy afligido. Me decía: “Mi chiquito, a usted yo lo pongo a hacer algo”. Ahí fue cuando empezó mi pasión por el fútbol.
¿Es bueno jugando?
Algo le hago. Juego de delantero, pero una lesión en mi rodilla no me deja.
¿Cuánto tiempo le dedica a ejercitarse?
Es complicado, porque salís tarde de “Combate” y es mentira que uno se levanta temprano. Trato de ir tres veces a la semana al gimnasio.
La familia
¿Usted tiene más hermanos?
Tengo cuatro hermanos, yo soy el mayor. Mi mamá es hija única y me tuvo a los 16 años, entonces yo me convertí como en su hermano o el apoyo que ella tiene. Yo me crié con mis abuelos. Ella se volvió a casar y nacieron mis otros hermanos.
¿Su abuelo fue su papá?
Sí, por eso me dolió mucho cuando falleció, porque era el bastión de la familia. El esposo de mi mamá también fue muy bueno conmigo. Yo con mi papá biológico me llevo bien, no es una relación es trecha, pero no hay bronca.
¿Sigue ayudando a su familia en lo económico?
Sí, de hecho me traje a vivir a mi hermano menor, Luis Carlos de 19 años, para ayudarle a mi mamá. Él está sacando aquí el bachillerato por madurez y le gusta el modelaje. El que me sigue a mi se casó a los 23 años y ya tiene gemelos.
¿Qué consejo le da?
Yo le digo que no afloje, porque la mejor herencia que yo le puedo dar es el estudio.
¿Cómo le cambió la vida el ser padre?
Tengo un hijo de 5 años, Alejandro. Eso fue un enredo. Cuando vine a San José era muy joven y tuve una novia...quedó embarazada. No resultaron las cosas entre nosotros, pero si de algo le doy gracias a Dios es que ella es una muy buena madre y muy responsable. Trabaja en la Asamblea Legislativa.
¿Cómo es como papá?
No soy el mejor papá del mundo. Mi “ex” me reclama eso, que casi no tengo tiempo para él. Gracias a Dios nunca le ha faltado la ayuda económica. Yo saco la plata de donde sea para que a él no le falte nada. Trato de verlo cada 15 días, pero no me ayuda el trabajo.
¿Qué le dice de que esté en “Combate”?
Él es feliz, al principio le daban celos de que sus compañeritos me pasaban pidiendo fotos. Ahora dice “Soy naranja y mi papá es el de ‘Combate’ ”.
¿Era bronquero?
Antes sí, ya no, porque hay que dar una buena imagen a los niños que nos ven. El programa me ha ayudado a contener mi carácter, pero a veces me he equivocado y perdido las casillas.
¿La vida le ha costado?
Sí. “Combate” llegó en un momento en que necesitaba ese trabajo, porque tenía muchos gastos. Por eso valoro mucho esto, por tanto que me ayuda.
¿Se le ha subido la fama?
No, entre más grande, uno tiene que ser más humilde.
Las 5 rapiditas
¿Cuál ha sido el momento más duro para usted? Hace dos años cuando me operaron de la rodilla, no podía trabajar y tras de eso choqué mi carro. No tenía seguro y estaba lleno de deudas.
¿Se pregunta qué hará si lo expulsan de “Combate”? Es una pregunta que me hago todos los días, porque es una bendición. Tengo claro que esto no es para siempre. En mi vida siempre he tenido un plan B.
¿Le ha aumentado la vida amorosa? Eehh...En cuanto a eso, siempre he sido muy tranquilo. Si uno quisiera podría despertar con una chica diferente todos los días, pero es mejor tener mucho cuidado.
¿Alguna vez se ha aprovechado de la fama de “Combate”? Sí, claro, para ser sincero. Me ha ayudado con los oficiales de Tránsito, quienes me han perdonado una que otra metidilla de pata al volante.
¿Cómo se ve en un futuro? Uno nunca sabe, me encantaría ser arquitecto, pero nació en mi la semilla de la televisión y el humor. Me encantaría hacer comedia y desarrollar mi personaje del “Combatiente enmascarado”, porque me di cuenta que hago reír a la gente.