Nacionales
Miércoles 23 de mayo de 2012, Costa Rica

Ley General de Control de Tabaco no contempló contaminación

Calles se volvieron ceniceros

Cristina Fallas V.

redaccion@aldia.co.cr

Por cada colilla de cigarrillo que llega a los ríos y mares costarricenses, dos litros de agua son contaminados con las sustancias tóxicas que los componen.

Esa parece ser una de las consecuencias negativas después de la entrada en vigencia de la ley Antitabaco, ya que la mayoría de fumadores tiran las colillas en las alcantarillas de las calles y estas con las lluvias terminan en las fuentes de agua.

Teresita Arrieta, coordinadora del Programa Espacios Libres del Humo del Tabaco, explicó que las afueras de los bares y las cercanías de las paradas de buses y taxis son los principales lugares donde se acumulan los desechos.

“Mas o menos 90 toneladas producían todos los fumadores de este país al mes, tomando en cuenta lo que son las colillas de cigarro y las cajas vacías”, mencionó Arrieta.

Ley no contempló la contaminación

La Ley General de Control de Tabaco y el Reglamento – presentado el lunes por el Ministerio de Salud – no contemplan la contaminación.

Sissy Castillo, viceministra de Salud, indicó que las autoridades municipales deben ser las que se encargan de la limpieza de las alcantarillas, ya sea una vez a la semana o en varias ocasiones.

Aún así, Castillo destacó que durante la creación del reglamento se estudió el problema de contaminación, pero por diferentes razones no se pudo incluir.

“Para poner fosas en las aceras había que hacer una solicitud al MOPT y había que hacer otras cosas con la municipalidad. Entonces esta parte, para efectos de la sacada del reglamento, no se incorporó”, explicó.

Las autoridades de Salud y del Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia esperan que los propietarios, tanto de restaurantes y bares, tomen la iniciativa de colocar ceniceros.

Animales en peligro

Miles de animales que habitan en los ríos y mares costarricenses corren el peligro de morir debido al consumo de sustancias procedentes de las colillas de cigarrillos.

Teresita Arrieta, coordinadora del Programa Espacios Libres del Humo del Tabaco, indicó que al tener contacto las colillas de los cigarrillos con el agua, comienzan a soltar restos de tabaco.

“Suelta una serie de componentes tóxicos que atentan contra el plancton marino. Los animales marinos confunden este material con comida”, dijo Arrieta.

Además, se ven afectados con dos sustancias plastificantes utilizadas para mantener la forma cilíndrica del cigarrillo.