Deportes
Lunes 19 de noviembre de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

Atleta y nutricionista

Pregúntele a Traña

Gabriela Traña

Atleta

Hoy en esta columna ahondaremos en la nutrición y el rendimiento deportivo.

En el ámbito deportivo se evalúa constantemente la efectividad de la alimentación y su efecto no sólo en la salud sino también en el rendimiento físico, es por eso que hoy hablaremos que está sucediendo con relación a este tema.

La posición de la Asociación Americana de Dietistas, Dietistas de Canadá y el Colegio Americano de Medicina Deportiva establecen que el rendimiento atlético y la recuperación después del ejercicio son mejoradas con una correcta nutrición. Estas organizaciones recomiendan una apropiada selección de alimentos, líquidos, horarios de ingesta y suplementos seleccionados para alcanzar una óptima salud y un máximo de rendimiento deportivo.

De manera tal que se debe considerar elementos del metabolismo energético (energía que gasta mi cuerpo), estimación de necesidad de energía según tipo de actividades diarias, sean estas relacionadas o no con el entrenamiento, valoración metodológica de la composición corporal (peso, estatura, masa muscular, masa grasa, masa ósea, etc.), así como consideraciones para atletas vegetarianos.

Razón por la cual las recomendaciones dietéticas son específicas para cada atleta. En este sentido, se hace énfasis en el consumo total de calorías, especialmente carbohidratos y proteínas deben ser consumidos en los momentos de alta intensidad física con el objetivo de mantener el peso corporal, repletar las reservas energéticas y reponer adecuadas proteínas para construir y reparar los tejidos dañados por las intensas sesiones de ejercicio.

La ingesta de grasa debe ser adecuada para proveer ácidos grasos esenciales y vitaminas liposolubles siempre con relación a sus necesidades totales de energía para evitar acumulaciones indeseadas.

Por su parte, la hidratación debe ser bien distribuida antes, durante y después del ejercicio con aporte de carbohidratos en los entrenamientos que sobrepasan los 60 minutos; para ayudar a mantener los niveles de concentración de azúcar en sangre durante el ejercicio, maximizando el redimiendo y acelerando el tiempo de recuperación, así como evitar en todo momento los efectos negativos de la deshidratación (calambres, mareos, malestar, desvanecimiento, vómito, etc).

Respecto a los suplementos dietéticos y ayudas ergogénicas se deberá estudiar la efectividad y legalidad de los suplementos como creatina, cafeína, bebidas deportivas, barras y geles energéticos, bicarbonato de sodio, proteínas, y suplementos de aminoácidos que son los más usados por los deportistas.

De acuerdo con estas organizaciones los suplementos de vitaminas y minerales no serán necesarios en aquellos atletas que una vez valorada su dieta presenten una ingesta adecuada de calorías y consuman diariamente alimentos de todos los grupos (lácteos, frutas, vegetales, harinas, carnes, grasas y líquidos).

Pero merecen especial atención atletas con restricciones de energía, deportistas que practiquen severas pérdidas de peso y aquellos que eliminan uno o más grupos de su alimentación.

En fin, cada deporte y cada atleta requiere una valoración específica según sus necesidades físicas, pero además debemos tomar en cuenta sus gustos y preferencias para hacer de la alimentación una herramienta complementaria al esfuerzo de cada día y que genere el bienestar de quien la consume.