Anaheim, California/ AP.- Con su joya monticular completa, Jered Weaver empezó a sollozar.
Luego vinieron más lágrimas cuando su esposa, su madre y su padre lo acompañaron en el festejo en el terreno.
Una gran celebración para el joven californiano. Y un gran desempeño, un partido sin hit ni carrera.
Weaver lanzó el miércoles el segundo partido sin hit en las Grandes Ligas en menos de dos semanas, dominando a Minnesota para que los Angelinos batieran 9-0 a los Mellizos.
“Fue sencillo”, dijo Weaver.
Weaver tendrá pronto la oportunidad de hacerlo de nuevo frente a los Mellizos, ya que su siguiente apertura está programada para el lunes en Minnesota.
“Estaba muy emocionado, pero creo que es más el hecho de que él mismo no creía lo que había hecho”, dijo el padre de Weaver, Dave. “Estoy muy feliz por él. Es fantástico”.
Weaver ponchó a nueve y otorgó un pasaporte. Los Mellizos nunca se acercaron a pegar un imparable frente al derecho seleccionado al Juego de Estrellas.
“Empecé a pensar en esto quizá en la tercera entrada”, dijo con una sonrisa. “Es difícil no pensar en ello cuando uno ve la oportunidad, pero en un partido profesional uno nunca sabe. Un error o cualquier cosa podría pasar. Muchas cosas tienen que salir bien y eso ocurrió. Aún no lo creo”.
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