Pococí, Guápiles.Marvin Ramírez y Jesús Sandí recogían en un bolso los papelitos o “confeti” que se lanzaron en la premiación de la UNAFUT del título 22.
El sábado por la noche en Guápiles, los florenses dejaron salir sus emociones, fue un éxtasis rojiamarillo, con lágrimas, sonrisas y abrazos con sus nuevos héroes que les brindaron el tan añorado campeonato.
“Somos de San Rafael de Heredia, heredianos de toda la vida y nos vamos a llevar los papelitos para celebrar y como recuerdo porque hemos sufrido mucho”, dijo emocionado Ramírez.
Los abrazos eran interminables, los jugadores eran tratados como verdaderos ídolos y el sudor y las lágrimas corrían en el rostro de los heredianos de corazón.
“Es una felicidad muy grande la que estamos viviendo. Yo fui campeón en 1993 como jugador y 19 años después vuelvo a ser campeón con mi equipo como parte del cuerpo técnico, es una emoción muy grande que hasta ganas de llorar tengo”, dijo Mauricio Solís, mientras era felicitado.
Antes de la entrega del trofeo, los aficionados dieron la vuelta olímpica y hasta doña Roxie Blen no escapó a los besos de agradecimiento de su fiel afición.
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