Roma/ AP. - El Milán parece acariciar el “scudetto” tras vencer ayer 3-0 al Inter con un doblete de Alexandre Pato y uno de penal de Antonio Cassano en el “derby” milanés.
Cuando faltan siete jornadas para el final, Milán aumentó a cinco puntos la distancia con el Inter, 65 contra 60. Napoli, que hoy juega con Lazio, está tercero con 59. El enrrachado Udinese mantiene lejanas esperanzas, con 56 unidades, pero también un partido menos.
Antes del primer minuto de juego, Pato hizo la primera anotación con un derechazo a la altura del punto penal, en la acción inicial del encuentro. El brasileño empalmó el balón tras un tiro de Robinho que rebotó en el cuerpo del arquero Julio César.
Pato marcó el segundo de cabeza a los 63 minutos tras un mal tiro al arco de Ignazio Abate que se transformó en un centro para el oportunista atacante.
El tercero y definitivo fue de Cassano a los 88 minutos, luego que le habían cometido a él mismo la falta para el penal poco después de su ingreso al partido.
Cassano fue expulsado en los tiempos de reposición por doble amonestación. Se había sacado la camiseta tras el gol y después cometió una inútil falta contra el colombiano Iván Ramiro Córdoba.
Inter jugó una buena parte del segundo tiempo con un hombre menos, tras la expulsión del defensor rumano Cristian Chivu a los 53 minutos, por una falta contra Pato en una clara ocasión de gol. La acción permitió un peligroso tiro libre cerca del área que paró Julio César.
Milán entró con el acelerador a fondo y ya a los siete minutos estuvo muy cerca de aumentar su botín a través de Robinho.
El Inter era el que requería el triunfo para evitar que el Milán sacara distancia en la tabla y, por eso, se pensaba que serían los “nerazzurri” los que partirían con una mayor fuerza ofensiva.
El equipo de Leonardo se mostró sorprendido y un poco confuso, tratando de evitar el chaparrón que se le venía encima.
A los 19 se produjo su primera respuesta cuando el portero del Milán, Cristian Abbiati, detuvo bien un tiro muy peligroso de Giampaolo Pazzini.
Tras una larga ausencia por lesión, el argentino Diego Milito estuvo en la banca y entró a los 63 minutos, cuando el Inter ya perdía 2-0.
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