AFP.-El duelo de ida de la semifinal de la Champions League dejó más que la imagen de Messi celebrando sus goles y la de Pepe recibiendo tarjeta roja, por una dura entrada al brasileño Álves.
También fue el detonante de la “guerra” de los dos grandes del fútbol español.
Tras la victoria de 2-0, el técnico del cuadro blanco José Mourinho dio unas fuertes declaraciones en contra del Barça y de la UEFA, por lo que el conjunto azulgrana decidió denunciarlo ante el organismo europeo.
“Josep Guardiola es un fantástico entrenador de fútbol, pero ha ganado una Champions (en 2009) que a mí me daría vergüenza ganarla con el escándalo de Stamford Bridge. Y este año, si la gana, será con el escándalo del Bernabéu”, afirmó el portugués, y por eso el Barcelona toma medidas.
“Entendemos que es absolutamente inaceptable que alguien se atreva a cuestionar nuestra historia, nuestros títulos e incluso nuestra vinculación con Unicef”, dijo Toni Freixa, secretario de la directiva azulgrana.
Respuesta blanca
Ante ese anuncio, el Real Madrid decidió denunciar también ante la UEFA a su archirrival.
“Conocida la decisión sin precedentes del F. C. Barcelona de denunciar al entrenador del Real Madrid C. F. José Mourinho ante el Comité de Control y Disciplina de UEFA, el Real Madrid C. F. comunica que se ve obligado a dar consecuente traslado al mismo órgano disciplinario de la reiterada conducta antideportiva del F. C. Barcelona”, fue la declaración inmediata del cuadro blanco.
Y es que en España y en el club blanco sigue generando roncha la expulsión de Pepe, la cual consideran injusta.
“Simularon agresiones de forma persistente con el único fin de inducir a error al árbitro del encuentro, lo que degeneró en la decisión manifiestamente injusta de expulsar a Pepe”, insistieron sobre los jugadores rivales.
Por su parte, la federación española, cuyo presidente, Ángel María Villar, también fue acusado por Mourinho, no tiene previsto emprender ninguna acción legal por el momento.
Habrá que esperar ahora el pronunciamiento de la UEFA ante tales denuncias, pero lo que es claro es que el duelo de vuelta de las semifinales, este martes 3 de mayo en el Camp Nou, estará cargado de tensión, y de polémica.