Manizales (Colombia). - Salió del campo, subió diez escalones en una tarima de color blanco, a la par de las graderías, y abrazó a su padre, don Humberto.
Joel Campbell fue el gran protagonista de la noche, con sus dos goles. Incluso fue nombrado el mejor jugador del partido.
Y el público de Manizales le dio una ovación cuado salió de cambio, a pocos minutos del final.
El abrazo con su padre, muy efusivo, duró cinco segundos, tiempo más que suficiente para expresar la felicidad, en un partido de infarto (3-2) ante Australia.
Un aficionado corrió como loco en dirección a Joel, mientras el abrazo aún no había finalizado. Una vez concluido, el premio mayor: una foto con el jugador más talentoso de la “Sele”.
Pero Joel no fue el único que se robó el show.