Puntarenas. - Puntarenas ganó sí, pero en un partido raro, donde los goles fueron más producto de destellos de minutos de buen fútbol que de un claro dominio de un equipo sobre el otro.
Puntarenas vuelve a cocinar en la “olla mágica” luego de seis partidos de no ganar, pues el último triunfo en casa fue el 6 de febrero pasado, cuando le ganaron a Santos 2 a 0.
El Puerto comenzó bien ayer la receta. En los primeros minutos los porteños sacaron la tabla de picar, sal, condimentos, chuchecas y empezaron el ceviche.
Los cocineros encargados de la receta porteña fueron Diego Brenes y Andrés Barquero, que movían el medio campo.
Con buen fútbol y buena mezcla, cocinaron el primer gol a los 12 minutos, tras un centro y un cabezazo de Francisco Flores.
Luego tras una jugada bien elaborada vino el penal, al minuto 24, y Diego Brenes puso el segundo gol el marco generaleño.
Pero la olla necesita leña para seguir cocinando y los porteños pensaron que con el dos cero ya la comida estaba lista.
Y no fue así. El equipo renunció al ataque y Pérez Zeledón aprovechó y en cuatro minuto, con un doblete del argentino Luciano Bostal apagó los ánimos en la olla. El primer gol al minuto 39 y el segundo al 43.
Del segundo tiempo no hay mucho que contar. Pocas posibilidades claras en ambos marcos.
Parece que la olla no solo cocinó a los generaleños, sino también a los locales, que ya no corrían como en el primer tiempo y muchos caminaban.
Sin embargo, la receta porteña terminó de cocinarse al minuto 83. Tomas Quesada puso el último ingrediente del triunfo. Al final, Pérez tuvo que comerse el ceviche de chucheca. Puntarenas recibirá el próximo domingo al bicampeón nacional. Vamos a ver si vuelve a repetir la receta.
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