Bogotá (Colombia). - “Jeca” y “Bruno” no solo son dos perros labradores súper fieles. También están especializados en detectar explosivos, durante el Mundial Juvenil de Colombia, dentro y fuera de los estadios.
“Jeca” es una hembra de un año, de color marrón.
“Bruno” es un macho de 10 años, de color blanco.
Ambos estaban con el policía Héctor García, el sábado por la noche, a pocos metros de la tribuna de prensa, en el tercer piso del estadio de Pereira, donde Costa Rica fue goleada 3-0 por Ecuador.
En este partido no solo estaban “Jeca” y “Bruno”, sino ocho perros más, todos con chalecos distintivos.
En otras sedes como Bogotá, Cali, Medellín o Manizales también podemos encontrarlos.
El peso de estos perros “antiexplosivos” varía, de 25 a 34 kilos.
Están activos todo el tiempo, gracias a un alimento “concentrado”, especial para estar despiertos y alerta.
Tienen una gran capacidad olfativa. Con viento a favor, pueden oler la sustancia que desprende un explosivo a un kilómetro de distancia.
“Son unos perros excelentes, los veo como mis hijos”, asegura Héctor García. Suelen vivir de 12 a 15 años, así que “Bruno” ya está cerca de la jubilación.
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