Escapaba luego de disparar contra “night club”

Gloriana Corrales

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Un vehículo conducido por un chofer alcoholizado colisionó de costado, la madrugada de ayer, el carro en el que cuatro personas regresaban de una vigilia y les quitó la vida.

El sujeto y sus acompañantes –de apellidos Faarfew, Blanco y el tercero es menor de edad – regresaban de protagonizar una balacera en un club nocturno.

Se movilizaban en un Nissan X-trail que irrespetó la luz roja de un semáforo en Pavas, San José. Arrollaron a gran velocidad el carro de las víctimas.

Esa imprudencia acabó con el conductor Gerardo García Gamboa (48 años), Andrés Troyo Quesada (estudiante de Derecho, de 25 años); su madre Lorena Quesada Miranda (47) y un vecino de 16 años que cursaba undécimo año en el liceo Luis Dobles Segreda, en La Sabana, San José.

Ellos viajaban en un Daewoo. El incidente se registró a las 2:39 a.m., en el cruce frente a la Embajada de Estados Unidos.

Debido al impacto se arrancó la puerta trasera del Daewoo. Quesada y el colegial fueron expulsados del vehículo, que además fue a dar contra un taxi.

Los cuatro ocupantes del automóvil se declararon fallecidos en el lugar. Por su parte, el taxista y el pasajero que acababa de subirse no requirieron atención médica.

Los ocupantes del Nissan intentaron escapar, pero la rápida acción policial y los taxistas que presenciaron el mortal accidente no lo permitieron, según explicó el jefe de la Fuerza Pública de Pavas, Marco Barrantes.

Una noche caótica

Minutos antes, los sujetos habrían discutido con los encargados de un club nocturno ubicado en La Sabana. Luego de acceder a pagar la cuenta, se montaron en el vehículo y dispararon en varias ocasiones contra la entrada.

El director a.i. de Tránsito, Marcelo Morera, confirmó que Faarfew manejaba en estado de ebriedad. La alcoholemia detectó 1,40 gramos de alcohol por litro de sangre (lo permitido es casi la mitad). Los tres hombres permanecían ayer en la Fiscalía.

Oraban por peticiones

La mamá del menor fallecido, Nury Patricia Mora, comentó que ella solía acompañarlo a las vigilias, pero que esta vez decidió quedarse en casa.

Lo mismo ocurrió con uno de los cuatro hijos de Lorena Quesada, quien se ausentó a la última vigilia, según dijo el pastor evangélico Randall González.

“Andrés, doña Lorena y el adolescente se iban a bautizar en los próximos días. El jueves vinieron a la última clase del curso de preparación”, señaló.

Gerardo García era el dueño del local Videocentro, en Pavas. Este establecimiento cada viernes se convertía en el centro de oración de los feligreses de la iglesia Ministerio de Fe. Al finalizar, los iba a dejar a sus viviendas.