Ocho cerros en el Valle Central vulnerables a deslaves son una bomba de tiempo con el inicio de la temporada lluviosa. Sin embargo, el deslizamiento de La Cascabela, en Alajuelita, encendió desde muy temprano las alarmas, dado su potencial destructivo y el riesgo para la población.
Los suelos ubicados en esa zona están compuestos por grandes masas de tierra inestable, conformados por rocas mecánicamente débiles y con abundantes fallamientos locales.
Otros lugares con amenaza de deslizamientos son Salitral de Santa Ana , Aserrí, San Miguel de Desamparados , Acosta, Mora y San Antonio de Escazú, según reportó ayer la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
Julio Madrigal, geólogo de la CNE, explicó que la mayor preocupación es en La Cascabela por sus habitantes. 117 familias han dejado ver su preocupación ante una posible tragedia que les arrebate la vida y también sus humildes casas.
Celenia Ulloa, fiscal del Comité Promejoras barrio La Cascabela, dijo que hace tres años 17 casas fueron destruidas por un deslizamiento y que desde ese momento están buscando ayuda para movilizarse.
“Nosotros sabemos que tenemos que irnos de aquí, pero no sabemos para dónde. Estamos esperando que el Ministerio de Salud y la CNE declaren esta zona inhabitable para que nos den un lugar dónde vivir” , explicó Ulloa
Empujón económico
Los vecinos no buscan que el gobierno les regale la casa, pero esperan que les puedan dar un préstamo y así no perder por lo que han trabajado.
El alcalde de Alajuelita, Víctor Hugo Chavarría, mencionó que ellos no cuentan con ningún plan estratégico de atención , pero que el problema no se debe a ellos, sino al Poder Ejecutivo.
Debido a la indiferencia, los vecinos llevaron los estudios realizados por la CNE al Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (INVU) y al Banco Hipotecario de la Vivienda (BANHVI) para conseguir una audiencia con el fin de encontrar ayuda.
