Domingo 12 de junio de 2011, San José, Costa Rica

Titiritero de por vida

Fernando Thiel

Rodolfo Rodríguez

rodolfo.rodriguez@aldia.co.cr

Ha pasado toda su vida jugando, haciendo reir a grandes y pequeñines con sus historias fantasiosas y sus innumerables personajes.

Fernando Thiel, hijo de una familia ligada al arte teatral de Santa Fe, Argentina llegó al país en 1985 y desde ese momento conquistó a todos con sus títeres y ocurrencias.

“El primero se llamó ‘Opalom’, era un títere hecho con una jícara, una nariz grande, era medio deforme, cantante, quien se enfrentaba a una bruja que secuestró a su amor”, recordó Thiel, el cual tenía apenas siete años.

Tiene 23 años de casado con Carolina Pizarro, una chilena naturalizada costarricense, con quien formó un hogar junto a sus dos hijas, Sofía y Paula; fortaleciendo aún más el amor que dice tener por el país.

Entre sus muchas producciones, “Cocinando Sueños” y “El Taller de Fernando” son de los más recordados y a criterio de Thiel, los más exitosas.

Compromiso social

“El teatro es formativo, trato siempre de que las obras tengan algo que decir, contar algo para poder crecer.”, considera Thiel, un niño de 47 años.

Bajo esta consigna, Fernando ha realizado varias campañas sociales, además está a punto de concluir su carrera de psicología, que tiene como objetivo llevar más felicidad.

“Busco trabajar sobre la idea del psicodrama, me gusta mucho porque siento que hago algo por la gente, ayudo a sentirlos mejor”, dijo Thiel, quien hizo su Trabajo Comunal con los niños del Albergue San Gabriel, fabricando carcajadas.