Las empresas que apelan partes de tránsito hacen su “agosto” por el repunte de clientes que han sido captados por las cámaras al violar los límites de velocidad.
Jorge Calderón, de Cartago, era uno de los 10 clientes que esperaba ayer en La Macha, a eso de las 11:30 a.m., la asesoría de un abogado para impugnar.
“Fui multado porque supuestamente, me agarraron en una zona de 60 kilómetros por hora (km/h) a 93; a las 7:46 a.m. Yo entro a trabajar a las 7 a.m. Es imposible”, dijo Calderón.
Jesús Acosta, abogado de esa compañía, indicó que han tenido un récord de clientes luego de las publicaciones de infractores.
Según Acosta, en el escrito para apelar, hacen énfasis en la notificación del parte, pues consideran que esta debe ser personal y no a través de una publicación.
También alegan que, según la ley, los partes impersonales requieren un testigo y que lo más importante es lo que llaman individualización del infractor.
“¿Cómo se va multar a alguien que no se sabe quién es? ¿Cómo acusar a alguien que no se sabe quién es? Eso es totalmente contra derecho”, cuestionó Acosta.
Rodney Zúñiga, de Cocopartes, comentó que por lo regular recibían 20 clientes por día, pero la cifra pasó a 60 a partir de esta semana por las publicaciones.
Esta empresa señala entre sus argumentos, que no existe veracidad en la autenticación de placas, que los videos son ilegibles en algunos casos y que el sistema de notificación es contra la ley.
Los costos de estos trámites van de ¢20 mil en adelante, dependiendo de cada caso.
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