Los obispos de la Iglesia Católica hicieron un llamado a la familia, las autoridades y entidades no gubernamentales para unir esfuerzos y frenar la violencia infantil que desde el 2007 registra un aumento del 600 por ciento.
En su mensaje alusivo al Día del Niño, muestran su preocupación. Alegan que hay 2 mil niños y niñas procedentes de las calles y otros 3 mil que viven en Hogares Solidarios por incumplimiento de sus progenitores.
Claman para que el Ministerio de Eduación Pública y la Caja de Seguro Social atiendan a estudiantes con depresión.
Familia es insustituible
“No hay ninguna organización pública ni privada que supla lo que hace una familia bien articulada en la vida de los niños y las niñas”, señalaron.
Entre las vulnerabilidades de la niñez está el hecho de que casi la cuarta parte de los niños que nacen en los últimos años son de madres solteras que asumen todo el peso de la crianza.
Por último, piden respetar el derecho a la vida contra el que, según dicen, atentan el aborto y algunas técnicas de reproducción.
Para ellos, el incremento en la violencia contra los pequeños es la manifestación de una sociedad enferma en la que el respeto a la persona, la sana convivencia y el soporte solidario están quedando fuera del rumbo de la sociedad.
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