Si la batalla se perdió con los grandes, los ministerios de Educación y Salud no están dispuestos a dejarse vencer por la obesidad, hipertensión y diabetes en niños y adolescentes si pueden enseñarles a comer sano, ejercitarse y mantener un peso saludable.
Con ese propósito se publicó este jueves en el diario oficial La Gaceta un decreto que limita la venta en las sodas escolares de refrescos gaseosos aunque sean light , jugos muy azucarados, frituras, confites y cajetas.
Tampoco estarán en las sodas las galletas con relleno de chocolate o crema, papas fritas, empanadas, embutidos, plátanos, enyucados... ello busca reducir el avance del sobrepeso y obesidad en los estudiantes.
El cocinado de los alimentos y la cantidad de salsa con que pueden servirlos también fueron aspectos considerados en el reglamento.
La justificación de la medida está en el 21,4 por ciento de los niños entre 5 y 12 años que presentan sobrepeso y obesidad, también en el 20,8 por ciento de muchachos entre 13 y 19 años.
Y esta condición los lleva a engrosar al entre 42 y 63 por ciento de menores de edad que mantienen esas características al ser adultos, además de enfrentar un riesgo cuatro veces mayor de llegar a padecer presión alta.
La publicación afecta a la industria alimentaria nacional que desde ya anunció que tomará acciones legales en contra de la normativa
Consideran que existen conceptos equivocados en las normas publicadas en el citado reglamento.
Para ellos se crea la falsa impresión de que sus productos son responsables de un problema sanitario y no es así. “Es un decreto equivocado”, afirma Mario Montero, director de la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (Cacia).
El sobrepeso responde a la falta de actividad física y a que muchas familias no tienen un balance adecuado de lo que comen, aseguró Montero.
Las medidas adoptadas llegarían este año a más de 900 mil estudiantes de escuelas y colegios públicos, potestad que el Ministerio de Educación Pública anuncia defender.
Las normas incluyen el compromiso de instrucción a los encargados de las sodas en las formas saludables de preparar los alimentos y etiquetarlos adecuadamente con su valor nutricional.
Las reglas están claras así como la incorporación gradual de las prohibiciones desde este año hasta el 2014 para que las industrias reduzcan azúcar, sal y grasa.
Ahora falta conocer: ¿qué harán los centros educativos privados? Se apuntarán a las acciones para educar a sus estudiantes a comer más saludable y a pedir a sus administradores de sodas respetar las nuevas normas.
También está por verse el reforzamiento y cambios en los programas de educación física tendiente a una mayor actividad de los pequeños.
Con la emisión de las normas es necesario una supervisión cercana de su cumplimiento en sodas y del manejo que hace su personal.
Tocará también al Ministerio de Salud valorar si tiene interés de que las industrias ofrezcan productos más saludables, para que fuera de las sodas escolares, las familias pueden encontrar productos con menos azúcar, sal y grasa en los estantes del supermercado.
Y a los padres de familia les toca reflexionar y actuar, si deciden apuntarse a vivir más al comer saludablemente y ejercitarse.