Costa Rica está decidida a librar un pulso contra el narco en los litorales
Hace pocos días adquirió seis lancha interceptoras en Colombia que tuvieron un costo de $1,2 millones.
De estas (algunas ya han llegado al país), dos serán destinadas al patrullaje en el Caribe y cuatro al Pacífico, informó Martín Arias, director de Guardacostas.
Estados Unidos también donó dos lanchas rápidas, cada una de estas valorada en $750.000.
Guardacostas reconstruyó dos patrulleras que permanecieron 10 años fuera de servicio y por las que se invirtió $1.000.000. En la actualidad navegan el Caribe y las costas del Pacífico norte.
Los otros tres buques patrulleros en poder del país (que dejaron de trabajar hace 8, 12 y 18 años) van a ser restaurados y para eso se invertirán $3,5 millones.
Entre los barcos por “revivir” figura una patrullera de 105 pies. Ese barco es de los años 70.
El país también comprará una patrullera de 115 pies a Estados Unidos; el primer buque desde que Tomás Guardia fue presidente.
Le permitirá a Guardacostas patrullar 117.000 kilómetros sin tocar puerto y se convertirá en el buque más grande de la flota nacional.
Antes de finalizar el segundo trimestre del 2012, Seguridad contará con un sistema de radares que cubrirá ambas costas: 1.200 kilómetros en el Pacífico y 300 en el Caribe.
“Lo ideal es blindar no solo las 12 millas (de mar territorial), sino toda la zona económica exclusiva (11 veces el tamaño de Costa Ruca), consideró Arias.
El funcionario coincide en que la participación de los barcos de la Marina coayuda en la lucha contra el narcotráfico. Un barco militar tiene hasta 10 veces más capacidad para detectar movimientos sospechosos de embarcaciones.
En el 2006, las autoridades estadounidenses capturaron un sumergible con 4,1 toneladas de coca, cerca de la Isla del Coco. En el 2007 interceptaron 40, en el 2008 más de 70, en el 2009 otros 60 y en el 2010, 18, según datos del Comando Sur.