La zurda del diez

Bryan Ruiz, futbolista

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La irregularidad en el fútbol es un tema que está a la orden del día, ustedes los aficionados, nosotros los jugadores y también los entrenadores quisiéramos que no exista, pero es algo que lamentablemente, es difícil de evitar. Digo lamentable porque jugar siempre a un mismo nivel sería muy bueno.

Por ejemplo, mi equipo Fulham quedó el viernes eliminado de la Copa FA al perder contra el Everton. Con toda la razón la afición se pregunta qué pasó, por qué no jugamos tan bien como lo habíamos hecho la semana pasada contra el Newcastle en partido de la Premier League, equipo al que le ganamos por goleada, estando entre los seis mejores equipos de Inglaterra.

Bueno, inclusive en un mismo partido se presenta esa inconsistencia y por situaciones tácticas o también de suerte, se logra pasar de jugar mal a jugar bien.

En ese partido contra el Newcastle que mencioné antes, habíamos hecho un primer tiempo muy malo, las cosas no salían como queríamos, no podíamos tener el balón y terminamos perdiendo 0-1.

Tuvimos la suerte de tener un penal a favor a los siete minutos de iniciar, anotamos, empatamos y nos metimos en el partido, ganamos confianza. El otro aspecto que le dio un giro fue la decisión táctica del entrenador, al ingresar a Andy Johnson, con quien ganamos mucha profundidad porque él es veloz.

Otro ejemplo de inconsistencia que puedo tocar, fue la pérdida que tuvo la Selección contra Panamá (2-0), días antes de jugar contra España.

Ese día no jugamos de la mejor manera y teníamos que actuar días después contra el campeón del mundo. Pero mostramos otra cara, jugamos un gran partido, nos agrupamos como sí tuviéramos varios juegos de estar juntos. Ese día salió a la perfección lo que planificó el entrenador Jorge Luis Pinto, no se presentaron situaciones extras como errores o lesiones que nos echaran a perder lo que se planeó.

Además, la motivación de enfrentar a esa gran selección jugó un papel muy importante. Con esto lo que digo es que en una cancha uno más uno no es igual a dos; jugar bien depende de la aplicación táctica, y también de suerte.