El ministro de Educación, Leonardo Garnier, negó ayer ante los diputados haber cometido una falta ética al emitir una carta en favor de su amiga, la exasesora presidencial Florisabel Rodríguez.
El jerarca rindió declaración bajo juramento y recalcó que la carta era legítima. “No existió la supuesta falla”, dijo Garnier.
El Ministerio Público investigará a Garnier y a Luis Liberman, vicepresidente, quien también emitió cartas, para determinar si hubo delito.