La falta de análisis técnicos y la pérdida del monopolio portuario, fueron los temas centrales discutidos ayer en el período de conclusiones del juicio en el que se definirá el futuro de la concesión a la empresa holandesa APM Terminals de la construcción del muelle de Moín.
El Sindicato de Trabajadores de Japdeva (Sintrajap) y la Cámara Nacional de Bananeros (Canaba) terminaron ayer la lucha que inició el lunes en los Tribunales de Goicoechea en contra del Estado y la concesionaria.
Randall Quirós, abogado de Canaba, explicó que el proyecto de concesión no contó con los estudios de factibilidad económica y de impacto ambiental.
Ante esto, los defensores de Japdeva y APM Terminals indicaron que los análisis de viabilidad económica están incluidos dentro del “plan maestro” hecho por la empresa Royal Haskoning.
Monopolio portuario
Los sindicalistas alegaron que al llegar APM Terminals el monopolio pasaría de Japdeva a la empresa holandesa.
La defensa de Japdeva indicó que dicho argumento no es válido pues el monopolio continuará en sus manos.
Los defensores de APM Terminals utilizaron una resolución de la Sala IV sobre la concesión a Riteve para debatir los señalamientos. “Un contrato administrativo de concesión de servicios públicos no supone la constitución de un monopolio”, citaron los abogados de la APM.