Unos 2,5 millones de fieles se moverán en las próximas horas hacia la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles en Cartago en la tradicional romería del 2 de agosto.
Las autoridades eclesiales tienen en este evento todo un fenómeno creciente de peregrinación, de fervor, creencia y fe para valorar en su mejor dimensión.
Es un fenómeno que retrata los mejores valores del ser costarricense aferrado a sus raíces religiosas y espirituales y que llama la atención en tiempos de tanto desarraigo y desapego de principios del ser humano.
Más allá de esa dimensión puramente religiosa del evento, es importante la ocasión para enfatizar sobre la seguridad, el orden y la limpieza que deben ser atendidos por las autoridades y por los propios romeros.
Se trata de centenares y miles de personas de todas las edades transitando a pie desde distintos puntos del país.
Gentes que colman las principales rutas desde el sur, el norte, el Atlántico y el Pacífico y que, guiadas por la caminata y sus valores espirituales, se lanzan a las vías en muchos casos a riesgo de sus vidas.
Un reto mayúsculo para las autoridades de Tránsito en cuanto a preservar que el evento transcurra dentro de la mayor normalidad. Y, por igual, para los romeros de no exponerse innecesariamente a accidentes caminando a horas inapropiadas o por trechos inadecuados.
La caminata en grupos, en horas del día, es parte de lo que se aconseja como medida preventiva.
Una gran responsabilidad recae, también, en los conductores: tomar conciencia de que se trata de días con una anormal afluencia de ciudadanos en las calles.
Es fundamental el manejo preventivo para evitar percances que empañen la celebración religiosa como ha ocurrido años atrás.
El acontecimiento también plantea un reto para las autoridades de seguridad pública al enfrentar la mayor movilización pública anual y donde no se descartan los abusos de individuos inescrupulosos, aprovechándose de la aglomeración.
No solo se espera un mayor despliegue y una efectiva acción policial preventiva, sino una conducta de precaución entre los miles de asistentes para no facilitar la acción de quienes buscan aprovecharse de cualquier descuido.
Digna de realzar, la iniciativa de la Eco Romería, promovida por el Minaet, EARTH, el arzobispado de San José y las municipalidades de Cartago, Curridabat y Tres Ríos.
Por segundo año consecutivo, miles de voluntarios se sumarán a una tarea de recolección y clasificación de residuos a lo largo del trayecto entre San José y Cartago, particularmente en la fecha cumbre de la romería.
El año anterior redujeron en 96% las toneladas de desechos y pretenden superar en este el 82% de clasificación.
Sin duda, se trata de una iniciativa de orden y limpieza, de amigabilidad con el ambiente, que contribuye a permitir que la peregrinación transcurra bajo condiciones sanitarias acorde con la masiva afluencia pública prevista.
En conjunto se trata de acciones que desde los ámbitos de la seguridad, el tránsito, la salud y el ambiente contribuirán en el desarrollo de esa multitudinaria manifestación religiosa.