Nunca imaginó que de hacer dibujos de arquitectura pasaría a realizar uno de los trabajos más importantes de su vida y del país: dirigir la Policía de Tránsito.
Diego Herrera Hidalgo, se confiesa un herediano de corazón, que busca generar una responsabilidad compartida para combatir la guerra que se libra en las carreteras.
Espíritu de servicio
- ¿Cómo se involucró en la Policía de Tránsito?
Me involucré por una responsabilidad a mi país y su gente. Ser oficial en carretera es más que realizar infracciones, es la búsqueda constante de salvar vidas.
- ¿El policía nace o se hace?
Ambas, un ejemplo es el mío. Cuando ingresé a la Policía de Tránsito, en el año 1995, estudiaba arquitectura y después estudié administración con énfasis en transportes. Nunca me imaginé como oficial. Sin embargo, al ingresar al trabajo encontré oportunidades y principalmente se me desarrolló la vocación de servicio.
- ¿Qué mensaje le brinda a los nuevos policías que ingresan?
Es una policía muy bonita, pero así como se hacen amigos rápido también se hacen enemigos. No debe importar que la persona a quien se sanciona se vaya enojada, en algún momento lo agradecerá al entender que el trabajo y el mensaje es salvar una vida.
- ¿A quién considera cómo su gestor?
Dos personas: un tío quien trabajó en la policía y fue quien me ayudó a decidir ingresar aquí, el otro es Huanelge Gutiérrez (subdirector de la Policía de Tránsito) quien tiene toda la experiencia en el tema de tránsito.
- ¿Qué le hace falta por mejorar a la Policía de Tránsito?
Las ganas por mejorar nunca se ausentan. Por ahora buscamos eliminar la corrupción, que puedo decir es una minoría. Necesitamos una ley constante y rígida para que los conductores adquieran una buena educación y compromiso en carretera. Vemos que a menudo se bajan las multas y esto repercute en los conductores.
Lo marcan
- ¿Qué reformaría de la Ley de Tránsito?
Iniciaría con el tema de la seguridad en menores de edad. Me parece tan irresponsable que niños pequeños y frágiles sean víctimas de accidentes por la negligencia de los adultos. Duele ver muertes que se pudieron evitar con solo utilizar los dispositivos de seguridad infantiles.
- ¿Cuál es la peor experiencia que recuerda en este trabajo y qué lo ha marcado?
He visto niños muertos en accidentes. Eso me ha afectado mucho y por eso soy tan enérgico al pedir que los protejan.
- ¿Se considera un director de escritorio o de calle?
Pues por mis responsabilidades de carácter administrativo tengo que pasar tiempo en la oficina, pero me gusta ayudar a mis compañeros en la calle.
- ¿Cuáles son los valores que deben tener los nuevos policías de tránsito?
La honestidad y el respeto. Un uniforme te identifica, pero no te da la libertad para irrespetar, sino para servir a un pueblo.
- ¿Usted puede hacer multas?
Por supuesto, siempre que ande con el uniforme lo puedo hacer, soy uno más de la Policía.
- ¿Multaría a un familiar o un amigo?
Claro, yo tengo un compromiso muy serio con mi trabajo. Me ha tocado hacerlo con amigos y mis familiares saben que es mi obligación sancionar a quien infringe la ley, incluso si se trata de ellos.
- ¿Cuántos oficiales integran la Policía de Tránsito?
Cerca de 1.000 oficiales, divididos en tres turnos, con 300 oficiales por cada uno.
- ¿Cree que existan rutas de la muerte?
No, la verdad creo que los peligros en carretera la provocan los mismos conductores. A diario vemos cómo los conductores abusan de la velocidad en esas rutas.
- ¿Por qué tantos jóvenes pierden la prueba práctica de manejo?
Creo que los domina la inseguridad. La tranquilidad es necesaria a la hora de conducir en cualquier circunstancia.
Herediano
- ¿Le gusta el fútbol? ¿A cuál equipo apoya?
Sí me gusta el fútbol. Al vivir en Heredia centro apoyo al Herediano y estoy contento porque somos los actuales campeones.
- ¿Cuál es su comida favorita?
Me encantan la sopa negra y los menudos de pollo.
- ¿Dónde estudió?
Estudié en el Liceo Regional de Flores y el Colegio Técnico de Heredia.
- ¿Que países conoce?
Tuve la oportunidad de ir a España a un curso en materia de tránsito. También a Argentina por trabajo y a Miami, Estados Unidos.
- ¿A qué hora se levanta?
Todos los días me levanto a las 4:30 a.m. y nunca me acuesto antes de las 11 p.m., es mi rutina de trabajo.
- ¿Cuántas llamadas recibe al día?
Recibo cerca de 200 llamadas al día. A veces me he encontrado unas 37 llamadas perdidas cuando he atendido a algún medio.
- ¿Le queda tiempo para la familia?
Este trabajo es muy demandante, muchas veces aunque se quiera compartir con ellos cuesta mucho, por el compromiso con el país y laboral que se adquiere.
- ¿Qué artículos son indispensables al salir de sus casa?
Teléfonos y radio de comunicación.