Un certero disparo con arbaleta dejó en situación grave al mero; dos impactos más dictaron su muerte. Luego, a la panga.
Así atraparon Rafael Chavarría (“Gato”) y su compañero Daniel Acosta (“Dani”) su enorme presa de 190 kilos frente a playa Leona, cantón de Garabito, en el Pacífico central.
Valió la pena salir de Cañas, Guanacaste, a las 4 a. m., hacia playa Agujas, donde abordaron la panga para su faena de pesca.
Ambos son pescadores a “pulmón”, de esos que toman una bocanada de aire y se sumergen a más de 10 metros de hondo.
El mero es de fina y costosa carne, cuyo precio es de al menos ¢5.000 el kilo. Ambos pescadores se aprestan ahora a filetearlo.