Domingo 25 de marzo de 2012, Costa Rica

Madre e hija

En un mundo de gigantes

Por Neyssa Calvo Achoy

ncalvo@aldia.co.cr

En una casita de madera en Villa Esperanza de Pavas viven Silvia Elena Pérez y su hija Nataly Morera, donde su tamaño no es importante.

Ambas nacieron con una enfermedad conocida como androplasia que afecta el crecimiento normal de sus huesos.

Entre la paredes de su casa, que brilla de limpia, Silvia va contando cómo ha sido su vida en un mundo donde todo está hecho para gente “grande”.

Su pequeña Nataly, de 10 años, la escucha mientras alista los útiles de la escuela, pues en un par de horas caminaría a la escuela Ciudadela de Pavas de la mano de su mamá.

Duro camino

Su casa no es diferente a la de muchos, pero lo que no pueden faltar son los bancos chicos y altos para ayudarse a cumplir con sus quehaceres.

Neftaly Morera, el padre de la niña, falleció el año pasado a la edad de 83 años. Lo extrañan, pero aún así se levantan con la frente en el alto y la idea de que mañana será mejor.

La vida de Silvia no ha sido sencilla, pues desde niña porque tuvo que lidiar con la pobreza y sobre todo con los comentarios y burlas de la gente por su baja estatura.

De su madre, María Elena

Rodríguez, que murió el año pasado heredó el espíritu de lucha y sacrificio.

“Haciendo tortillas mi mamá sacó adelante a sus cinco hijos y me enseñó a vencer mis limitaciones”, comentó Silvia quien además es gemela de un varón que nació sin padecer androplasia.

Silvia es fuerte pese a su crítica situación económica y más aún su Nataly que levanta la voz para sus derechos.

“Si en la escuela me molestan yo simplemente los ignoro, porque como dice mi maestra a palabras necias oídos sordos”, dijo con cierto humor Nataly que ya cursa el quinto grado.

Con cierta molestia dijo que lo más se le dificulta es subir a los buses porque las gradas son muy altas. Y pide ayuda al Gobierno para facilitar los accesos para la gente pequeña.

Daño en la sangre

La androplasia es un mal hereditario sin cura, dijo Manuel Saborío, jefe del servicio de genética del Hospital de Niños. Rara vez como sucedió con Silvia, nacen hijos de padres sanos porque durante su gestación hay alteración del gen. Son pacientes que suelen tener problemas respiratorios, sobrepeso y molestia en huesos.