Talamanca. - El sol acostumbra a esconderse tras las nubes. Aún así, el calor hace de las suyas. Una suave, pero fresca brisa contrarresta las altas temperaturas.
En Bribrí de Talamanca, Limón, la presencia de negocios es mínima. Lo que abundan son árboles; están por doquier.
El aire es puro. El paisaje es bello; incomparable. El silencio es casi absoluto.
Desde vacas hasta monos, desde grandes árboles hasta la flor más diminuta forman parte del escenario de este pequeño pueblo al sur de Limón.
Aquí palpita el corazón indígena. Así ha sido por siglos. Por algo algunos historiadores se refieren al cantón como “La rebelde Talamanca”. Pero aquí, más que aire, se respira paz. Sus habitantes saludan con simpatía.
Es un lugar que tiene un ambiente lleno de armonía. Por eso si usted desea escapar de la rutina, en Bribrí encontrará el lugar ideal.
La calle hasta este pueblo está asfaltada. Bribrí queda a 64 kilómetros de Limón y tan sólo la separan 34 kilómetros de la frontera con Panamá: Sixaola.
