Fue una velada donde si algo reinó fueron grandes descargas de energía positiva.
Una noche que aguantó a más no poder la lluvia para crear una escenario muy íntimo, donde las emociones estuvieron a flor de piel en el Estadio Nacional.
Familias enteras, con pequeños en brazos se dieron cita con la esperanza de llenar su corazón de la música cristiana del pastor Jesús Adrián Romero.
A eso de las 7:17 p.m., rompió el silencio de manera inesperada el nacional Hans Wust, debido a un pequeño retraso.
Le siguió José Cañas con el tema “Eternidad”, para después entonar “Por un momento”, seguida de “Quiero Vivir” junto a Manuel Obregón que lo acompañó con su nuevo “look” al piano.
Cañas se robó los aplausos de un público sensible durante 39 minutos y cerró con la canción “Vida”, que le da el nombre a su nueva producción discográfica.
No pasaron 20 minutos cuando la mexicana Marcela Gándara estremeció el ambiente con una lluvia de aplausos y gritos.
Con su gran carisma y potente voz Gándara deleitó poco más de media hora a los ticos con temas al corazón como “En tu hogar”, “Contigo quiero caminar”, “Pensaba en tí” y “Supe que me amabas”, que escribió cuando pasaba un mal momento de su vida.
Al filo de las 9 p.m, le entregó el escenario a Jesús Adrián Romero que fue recibido por la estruendosa ovación de su gente.
Con tenis, pantalón de mezclilla y con una apariencia muy relajada no solo compartió sus éxitos, sino que aprovechó para revelar secretos de su intimidad con Dios entre cada canción.
Abrió la noche junto a su banda y en medio de un juego de luces se escuchó “El brillo de mis ojos”, “Ayer te ví”, “El aire de tu casa”, “Razones pa’ vivir” y otras más.
“Me siento bendecido, por estar con ustedes y porque hay muchas cosas que nos ha dado”, citó el mexicano de 47 años.
Con las manos en alto y los ojos cerrados el público parecía sentir a lo interno cada palabra.
Al cierre de edición, Romero seguía inyectando buena vibra y aprovechando cada pausa para contar anécdotas y dar estocadas directo al corazón.
Generación de Dios
Un total de 20 jóvenes conforman el grupo “Generación 7” de una iglesia cristiana en San Pablo de Barva.
eso de las 2 p.m., llegaron al Estadio Nacional uniformados con la idea no solo escuchar, sino sentir las melodías de Jesús Adrián Romero.
Michelle Sáenz aseguró que tuvo que pedir permiso en el trabajo para poder asistir al concierto. Añadió que ellos también evangelizan a otros jóvenes con cantos, mimos, danzas y hasta un “show” de payasos.
Caribe se unió a la fiesta
Yendry, Keylin, Rachael y Shanty de una iglesia bautista salieron a las 7 a.m., de un pueblo conocido como 28 Millas en Batán de Limón y a eso de las 5 p.m. llegaron al Nacional con la idea de cantar junto a Romero “Mi vida sin tí” y “Princesas mágicas”.
Estaban tan emocionadas que se tomaron fotos con el fondo del estadio como recuerdo.
