Cayó la noche el 26 de febrero y con ella la jornada laboral de Arnoldo García Mora, de 28 años, llegó a su fin.
Se montó en su motocicleta y siguió su rutina al pie de la letra: se dirigió a su vivienda en Fátima de Upala, Alajuela.
Pero un fatal accidente sobrevino cuando el motociclista transitaba por una curva pronunciada de Colonia Puntarenas, Upala, a las 6: 30 p.m.
Ahí perdió el control. Invadió el carril contrario y chocó contra un “pick-up”. Heridas en su cabeza y cuerpo le provocaron la muerte. Las autoridades confirmaron que no llevaba casco.
Con su deceso, García engrosó la lista de motociclistas que murieron durante los primeros cuatro meses del 2012.
El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) informó que hasta abril, 37 motociclistas fallecieron luego de sufrir un accidente.
Esa cifra es más de la mitad de la que se registró en todo el 2011. El año anterior perecieron 72 motorizados.
Según el MOPT, los primeros cuatro meses del 2011 cerraron con 25 motociclistas fallecidos; es decir, 12 personas menos que en este año.
Los datos solo incluyen a las personas que murieron en el lugar, no así a quienes perecieron por esta causa en el hospital.
Las cifras impactan, pero lo que desvela a las autoridades del Tránsito son los cientos de motociclistas que circulan sin casco, en especial en zonas rurales. Ni estadísticas ni campañas han calado en esos conductores.
Multas por doquier
Diego Herrera, director de la Policía de Tránsito, señaló que esta actitud es una gran falta de conciencia. El jefe policial añadió que en zonas alejadas de la capital es donde el problema es más frecuente.
“En el Valle Central se ve eso también. Sin embargo, en Upala (Alajuela) y Pococí (Limón) es en donde se tiene mayor incidencia”, apuntó el funcionario.
El MOPT coincide con esa afirmación. “En sectores agrícolas, donde la motocicleta es el medio de transporte privado por excelencia, se detectan casos de personas sin casco”, dijeron voceros.
Al Día captó infinidad de conductores manejando sin casco.
El MOPT informó que en lo que va del año, sancionaron esa falta en 824 ocasiones. De ese total, 37 casos involucran a personas menores de edad.
“Es una lástima ver a jóvenes que se arriesgan al andar sin casco”, dijo Herrera.
La multa por no portarlo es de ¢351.389 y pierde 20 puntos de los 50 que tiene la licencia.
Si es un menor quien anda sin el dispositivo de seguridad, la sanción es de ¢468.517 y pierde el derecho de conducir, como mínimo, dos años.
Autoridades buscan solución
Pese a las altas multas y a los esfuerzos que realizan los oficiales de Tránsito, los conductores hacen caso omiso al llamado de prudencia que les hacen las autoridades.
Así ocurre a pesar de que terminan por pagar un alto precio. (Vea nota adjunta).
La doctora Fernanda Sánchez indicó que aunque se tenga el casco puesto, recibir un golpe en la cabeza es muy delicado. Recordó que portar ese protector amortigua el impacto.
“Si una persona se lleva un golpe en la cabeza, puede morir, pero no solo hay que pensar en eso. Este tipo de lesiones son capaces de darle un giro de 180° a las víctimas: pueden quedar incapacitadas de por vida”, advirtió.
Ante esto, el Consejo de Seguridad Vial (Cosevi) comunicó, el pasado 24 de abril, que hará la campaña “No se la juegue; la muerte no da una segunda oportunidad”.
Según el Cosevi, el plan será preventivo e irá dirigido a personas que no usan el casco. Tendrá un costo de ¢70 millones.
Adicional a estas labores, la Policía de Tránsito realizará operativos preventivos y de control en las carreteras de todo el territorio nacional.
