Nacionales
Domingo 16 de septiembre de 2012, Costa Rica

Cosas de la vida

Lo que dejó ¿la cigüeña?

Ana Coralia Fernández Arias, periodista

ana.fernandez@aldia.co.cr

En una de esas calles que hay en los barrios donde la cuesta parece que se traga una fila de casitas humildes, la ví negociar con un gesto preocupado lo que el hombre le ofrecía.

Un encierro de esos bonitos de ahora, plegable, de segunda pero en buen estado, con paticos y pollos en los esquineros de vinil.

Ella, con el entrecejo fruncido y la mano en la barbilla lo revisaba. Con la otra mano se tocaba la pancita de unos ocho meses, a punto de nieve, hacía una pregunta y después negaba con la cabeza, tal vez imaginando a su bebé allí dentro jugando o durmiendo o quizás pensando cómo podría pagar el accesorio, si sería un lujo considerando sus ingresos, o si resolvería una necesidad.

El hombre se deshacía en ventajas para colocar su producto y ella lo pensaba tanto, que no pude evitar detenerme a observar la escena.

En el cielo no volaba ninguna cigüeña, pero es ya sabido que en setiembre tienen mucho trabajo estas aves de pico largo a quienes el imaginario popular les ha asignado la tarea de traer bebés al mundo.

Las fiestas de fin de año, el pago del aguinaldo... ¿quién sabe? Cualquiera puede ser el motivo para que en setiembre el pico de nacimientos llegue al máximo y también las negociaciones como las de aquella mujer.

En unas semanas su retoño ocupará un lugar en este mundo y a gritos reclamará su alimento.

En miles de hogares ticos pasará lo mismo con diferentes matices, en unos la abundancia y la alegría, en otros el milagro cotidiano de poner leche y pan sobre la mesa.

Como lo dijeron ya, la vida se abre paso. ¿Quién la detiene?