Mientras la mayoría de nuestro país duerme, él vive ya el siguiente día, está adelantado en el tiempo, como los más de 1.000 millones de chinos, que tienen una vida como hormigas construyendo un hormiguero.
Hablamos del defensor nacional, Darío Delgado, quien juega en la Segunda División de China con el Guangdong, y aunque afirmó que ya se acostumbró a aspectos como la comida y el horario, el idioma es la principal atracción del país asiático.
“Me causa risa escuchar pronunciar palabras como azúcar, se dice “táng”, pero si lo dice corto no sirve, tiene que decirlo largo y con su respectivo acento”, comentó a Al Día a eso de las 11 p.m., hora china, 9 a.m., en Costa Rica.
Delgado es claro, se logró acomodar en estos dos meses que lleva en el otro rincón del Mundo a las costumbres y la cultura, aunque sin duda necesitó de un “empujón”, con tintes colombianos .
“En el aspecto de relacionarme con los otros compañeros, la verdad que la ayuda de Ricardo Steer (exjugador del desaparecido Brujas) ha sido muy buena, él habla español y en eso me ayuda bastante, uno trata de acuerparse para salir adelante”, contó.
Otra ayuda que tuvo el costarricense, es que su escuadra le puso un traductor la mayoría del tiempo con él, esto para evitar que se lo “comiera” el entorno de la gran potencia de Asia.
“El país es completamente otra cosa, uno trata de preguntar por medio del traductor que está conmigo casi siempre, cómo es el sistema, cómo se hacen las cosas, a qué lugares ir”, añadió.
El exjugador del Puntarenas F.C., valoró que otro apoyo importante en China es la presencia de otros costarricenses, especialmente del delantero, Johnny Woodly, quien milita en el Dalian Aerbin.
“La verdad lo que hablamos es poco, pero es bonito y motivante, eso le ayuda a uno a mantenerse tranquilo”, finalizó.
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