La Fedefútbol se ve obligada a un aterrizaje forzoso de cara a Brasil 2014.
Si La Volpe no desea continuar, pues hasta aquí llegó su ciclo y con magros resultados que tuvieron su gota de rebalse la noche del miércoles en La Sabana tras la derrota propinada por Ecuador.
¿Se puede esperar más de esas convocatorias que vuelan de San José a Rusia, a deshoras, llenas de variantes, desarticulación y desgano como el mismo Bryan Ruiz lo admitió? Solo así se entiende la silbatina de antenoche.
La Volpe, amén de su flemática figura, de sus desamores con el entorno futbolero local, y de una extendida luna de miel a su “proceso”, se sale solo, cargadas sus alforjas, fiel a su trayectoria con una saga alabada por quienes fueron convocados a lo largo del camino.
La Volpe, se quitó de encima a cuanta “vaca sagrada” le merodeó y las “argollas” que no daban chance a las nuevas camadas.
Esa sangre joven que tuvo en Copa de Oro y Copa América, pruebas de fuego, deberían ser parte de la continuidad del plan de trabajo hacia las eliminatorias, diseñado, suponemos estando La Volpe o cualquier otro mago.
Si algo deja este ciclo es un listado de esa nueva generación de jugadores, con la cual aprestarse a conformar el grupo de eliminatorias.
A lo mejor esto ayude a salvar la pretensión de “proceso” que fue la partida que se jugó Li, con lógico respaldo público, al “casarse” con La Volpe.
También se jugó ese final abrupto de hoy.
Siguiente duda: ¿a quién echarle este chicharrón encima?
Los federativos no deben caer en designaciones que no vengan a suplir una necesidad entre nuestros jugadores de formación, de ambición, de hambre y vergüenza por vestir la camiseta nacional.
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