Los analistas políticos Manuel Rojas y Gustavo Araya coinciden en que la salida de María Luisa Ávila es una muestra más de que el gobierno de Laura Chinchilla no tiene un norte definido.
“A falta de una partitura única o de un norte ideológico, se atina a hacer cambios en los músicos que no saben qué melodía tocar.
“Quien falla es la directora al no tener una ideología clara y termina cobrando sus fallas en algunos miembros de sus equipos”, señaló Araya.
Rojas comentó que la presidenta hace cambios en el gabinete sin una visión integral y que da la impresión de que “son agujeros que hay que tapar corriendo”.
Alabada y criticada a la vez
Rojas explicó aunque para la mayoría de personas Ávila era plantada y clara, para los sectores especializados en Salud su salida podría ser bien recibida, pues le llueven críticas sobre la reorganización del ministerio.
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