La atrofia muscular espinal es una enfermedad genética que ataca las motoneuronas presentes en la médula espinal.
Esas células conectan los impulsos voluntarios que vienen del cerebro con los músculos responsables del movimiento.
Las motoneuronas mueren progresivamente, por lo que se da un debilitamiento de los músculos.
En los niños esta enfermedad es más severa. Presentan un llanto débil y poca capacidad para amamantarse, toser, respirar, comer, caminar, mover los brazos y controlar el cuello y el torso.
Al acumular secreciones en los pulmones son vulnerables a infecciones respiratorias.
No existe una cura, pero hay maneras de mejorar la calidad de vida de quienes padecen esta atrofia.
Para el tipo II, la esperanza de vida es de 5 a 10 años.