Deportes
Domingo 25 de septiembre de 2011, Costa Rica
Pasión por el deporte

“La zurda del 10”, con Bryan Ruiz

Seguiré siendo un amante de los tiros de penal

Bryan Ruiz

Futbolista

Luego de que fallé esta semana el penal contra Chelsea en un partido de la Copa Carling, deseo comentar sobre estos famosos lanzamientos que hacen a un jugador héroe o villano.

Yo creo que el lanzador sí tiene ventaja sobre el portero, pero no tanta como se dice, porque lo grande que le queda el marco al portero, lo cual se ve como desventaja, se iguala con la presión que vive el jugador.

Digo presión porque al lanzador se le obliga a anotarlo, pero quien defiende el marco se juega solo un chance; si lo ataja, muy bien, pero si le anotan, no pasa nada.

Hay jugadores que disfrutan cobrar penales y a muchos ni les interesa lanzarlos. Yo soy uno de los que gustan tener esa oportunidad de tirarlos, es un momento de mucha adrenalina, pero se necesita de concentración y confianza.

A los que nos gustan los penales siempre llegamos al punto blanco con una clara decisión de donde se colocará el remate, eso da seguridad. Normalmente, cuando se duda, se falla.

Fallar penales es un momento difícil, es imposible pensar que siempre se anotarán.

Por ejemplo cuando rematé contra el portero del Chelsea, iba seguro, decidido, yo no pensé en elevar el balón, pero se fue arriba, son circunstancias que uno no puede manejar.

Me dolió mucho, era un partido eliminatorio de un torneo, pero no puedo echarme a morir, ni tener miedo a seguir lanzando penales. Hay ejemplos de jugadores que fallaron y peor aún jugándose copas del mundo, como Roberto Baggio en la final del Mundial USA 94, o David Trezeguet en la final del Mundial 2006.

En los penales no puede faltar hablar del estilo especial llamado “Panenka”, un tiro de lujo que se tira al centro y globeadito. Hay que practicarlo bastante, y se debe de tener mucha confianza, yo he anotado dos y fallado uno.

Considero que este estilo no se debe de practicar cuando es un penal definitorio, pero hay jugadores que sí lo hacen, como el uruguayo Sebastián Abreu, quien cobró el último penal por el pase a la semifinal del Mundial 2010.