Bahía de Salinas.- Arenas pardas y verdes montañas. Hasta donde alcanza la vista, prácticamente no hay vestigios que delaten la presencia humana.
Aguas frías, muy frías, acarician la costa.
Lo hacen con suavidad... o con fuerza, según el humor del viento. Algunas publicaciones especializadas en turismo aseguran que Bahía de Salinas es uno de los diez lugares más ventosos del mundo.
Y ahí, precisamente, está Copal; solitaria, hermosa y a la espera de ser descubierta.
De eso ha sido testigo, desde hace siglos, la mística isla Bolaños con sus empinadas laderas y su colección de árboles y vegetación.
Mágico encanto
La playa no es muy grande: 1,5 kilómetros. Para visitarla es necesario llegar a La Cruz, Guanacaste, y desviarse en dirección a Puerto Soley.
El camino es de grava, transitable todo el año, aunque en invierno hay que tomar precauciones.