Santa Cruz.- Los 30 hombres que el Viernes Santo participaron en la tradicional “lagarteada” cumplieron con su objetivo, pero tuvieron que lidiar con un obstáculo inesperado: abejas africanizadas.
Unas 4.000 personas se reunieron en la frontera entre Ortega y Bolsón, a unos 30 kilómetros de Santa Cruz, para ver la salida de los valientes, eso de las 9:30 a.m.
Los presentes escucharon los gritos de los lagarteros mientras chapaleaban el agua con su único medio de defensa: una vara de bambú
Durante las primeras horas dieron con cuatro lagartos pequeños, pero todos fueron liberados.
Un grupo de aventureros intentó sacar a uno de una cueva de seis metros de profundidad, pero la aparición de las abejas les impidió lograr su cometido.
Varios se lanzaron al río para ponerse a salvo. Poco después, los hombres tuvieron que batallar durante media hora para sacar a un lagarto de una cueva. Midió tres metros y medio.
“¡Vivan los lagarteros, viva Ortega!”, gritaban mientras lo llevaban en hombros.
El animal fue llevado al centro de Ortega. Ahí fue exhibido antes de que lo liberaran. La celebración se vio empañada por una pelea que dejó a un hombre herido.
