Sixaola.- Las barandas de metal relucen. El asfalto es reciente. Las bases son fuertes; firmes. Un nuevo puente bailey reposa sobre el río Sixaola, en Limón.
Dentro de poco será inaugurado. Camiones de hasta 40 toneladas de peso pasarán por esa única vía de 246 metros de largo y 4,2 de ancho. La estructura está por encima de las aguas que separan a Costa Rica de Panamá.
Desde enero pasado, el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) y la cartera de Obras Públicas de Panamá empezaron a construir ese paso.
El viejo puente ferroviario, de 104 años, está en mal estado; en muy mal estado.
El nuevo puente será de uso exclusivo para carros; el antiguo será peatonal.
La pronta inauguración del paso (se prevé que sea luego del 1.° de mayo) tendrá un impacto en la población y en el comercio de la olvidada Sixaola.
Pero no todo cambia. La Fuerza Pública de Bribrí, en Limón, no ha variado su rutina de trabajo.
Ellos mantienen tan solo dos oficiales en ese importante puesto fronterizo.
Así ocurre a pesar de que Migración de Limón estima que con la apertura, más de 450 personas lo utilizarán a diario.
Leandro Chaverri, intendente de Policía, afirmó que la falta de recursos humanos obliga a tener sólo un par de oficiales allí.
El lunes, cuando un equipo de Al Día visitó la zona, solo uno custodiaba el paso fronterizo. El otro estaba en su hora de almuerzo. Frente al tránsito peatonal y vehicular, era difícil para el policía ejercer control alguno.
“En el puente no asaltan; es muy difícil que ese tipo de situaciones se den en esta estructura. Nosotros tenemos dos efectivos de día y otros dos de noche cuidando el puente.
“En días de mucho flujo de personas, aumentamos la cantidad. Cuatro policías por turno es lo más que hemos llegado a tener en un día”, confirmó Chaverri.
En el 2010, cerca de 123 mil personas utilizaron esa vía para dirigirse a Panamá, señaló el informe más reciente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En pocas palabras, unos 300 diarios. Ese año, 2.376 vehículos transitaron por el viejo bailey.
Alianza internacional
Sin duda alguna, el nuevo puente aumentará el flujo de personas y vehículos en este paso al sur de Limón.
Celso Gamboa, viceministro de Seguridad, informó que aunque haya una faltante de policías, la vigilancia en esa zona está bien debido a la alianza que el Ministerio de Seguridad Pública tiene con el Servicio Nacional de Fronteras (Senafrot) de Panamá.
“Entre la Fuerza Pública y Senafrot coayudamos con la seguridad. Son pocos policías, pero por esa cooperación que se tiene, esa zona nunca está desprotegida, aunque en cuestión de seguridad nunca es suficiente”, dijo.
El policía Leopoldo Peterson reconoce que en hora de almuerzo esa zona “queda por la libre”.
“Como somos dos, cuando toca ir a comer nos turnamos para no dejar tan abandonado el lugar.
“Pero en el puente solo queda uno vigilando y es imposible que se tenga algún control”, aseveró Peterson.
Por esa situación, el viceministro Walter Navarro apuntó que están a la espera de que el Ministerio de Seguridad autorice más plazas para reforzar el cordón fronterizo norte y sur.
“En este momento hay una cierta cantidad de personas que están en la Academia de Policía. Estamos esperando que ellos se gradúen para ver cuál será la futura distribución de recursos humanos que se hará.
“No sabemos cuántos policías exactamente se pondrán en el área de Sixaola”, señaló.
Para Domingo Cruz, director de la Policía de Fronteras, es necesario reforzar la seguridad.
“Un aumento de unos 10 policías es lo que propondría. Sé que suena un poco limitado, pero lo que importa es que aumentaremos. Estamos conscientes de que para después de la inauguración, no se tendrán más policías.
“No sé para cuándo estarían trabajando en la zona. Sabemos que dos policías no son suficientes. Habrá que tomar medidas, como el patrullaje”.
Esperan resolución del Conavi
En estos momentos, la Fuerza Pública ni siquiera tiene una caseta propia para resguardarse de las inclemencias del tiempo.
La vieja, que quedaba cerca del antiguo puente, fue desmantelada debido a que obstruía la construcción del nuevo puente.
La Policía debe compartir espacio en el inmueble que ocupan Migración y Aduanas.
Según el intendente Chaverri, antes de iniciarse la construcción del puente, el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) derribó el puesto policial que estaba a la entrada de la estructura.
“La gente del Conavi la tiró al piso para poder construir las obras. Prometieron que, al terminarlas, iban a levantarla de nuevo. Ahorita se inaugura el puente y todavía el Consejo no se ha acercado”, explicó.
Melvin Cordero, alcalde de Talamanca, coincide con esta afirmación. “El Consejo no se ha acercado a nuestra municipalidad para pedir permisos o por lo menos para decir sí la van a hacer (la caseta policial)”.
“Esperemos que con la inauguración del puente las instituciones cumplan con sus promesas”, mencionó.
El Conavi informó que desconocen cuándo construirán el local de la Policía
“El puesto se levantará cerca de los puentes; todavía no se sabe a cuánto de distancia”, indicó la entidad.
Puente atemoriza a vecinos
La estructura del nuevo puente bailey que se ubica sobre las aguas del río Sixaola, en Limón, provoca miedo en los vecinos de la zona.
El paso, que será de uso exclusivo para vehículos, tiene notorias ondulaciones y sus bases, según los lugareños, están muy separadas entre sí.
Bermont Rojas Cerdas, quien vive a menos de un kilómetro del puente, aseguró que la mayoría de los limonenses temen que suceda una tragedia.
“Mi experiencia en la Comisión Nacional de Emergencias (trabajó por cuatro años) me indica que ese paso está muy mal hecho.
“El puente siempre debe ser recto para tener mejor soporte. En cambio, el nuevo está totalmente en forma de onda”, señaló.
El Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) informó que el puente está en “óptimas condiciones”.
“El puente bailey es como un lego. Es decir, se va poniendo un pedazo de carretera y luego el otro. De fijo es por eso que los vecinos ven esas ondulaciones a lo largo y ancho de la estructura.
“Técnicamente, la construcción está muy bien hecha. Además que no solo nosotros la hicimos. También fue con ayuda de Panamá. No hay de qué preocuparse”, afirmaron voceros del Conavi.
Ana López, vecina, apuntó que aunque la llegada del puente beneficia por completo a Sixaola, es preocupante pensar que llegué a ceder.
“No nos queremos ni imaginar lo que eso sería. Espero que no llegué a pasar.
“Pero es que se ve tan frágil. Insisto en que no creo que eso aguante a un camión tan pesado”, apuntó López.
Comercios esperan beneficios
Catalina García confesó que todas las mañanas junta sus manos, levanta su mirada al cielo y ruega para que su tienda Catalina “despegue”.
Su comercio está a menos de un kilómetro de los dos puentes sobre el río Sixaola, en Limón.
Para ella es común ver vacíos los pasillos de su negocio. Por eso espera que con la inauguración del nuevo puente, esa situación varíe.
“Hay días en los que llego a vender solo ¢200. Eso no nos alcanza para nada. Nosotros queremos ganar más y no para darnos lujos, sino para poder comer bien algún día”, aseguró la comerciante.
Al igual que ella, los dueños de los únicos 12 comercios que hay en el lugar esperan ver crecer la cantidad de clientes y con esto, sus ganancias.
Yariela Rodríguez, panameña, tiene su comercio Novedades Aishell. Las ganancias, hasta el momento, no son tan buenas. “Rogamos que con este puente venga más gente y nos compren más. Ahorita estamos muy mal”.
Sin embargo, no todos piensan igual. Pablo Castillo, dueño de El Jardín del Calzado, comentó que la apertura de ese paso no traerá beneficios para los negocios.
“Quien quiere venir, pues viene ahora. La gente utilizará ese puente de paso”, dijo.
