Heredia.- “Fue una experiencia nueva vivir en una ciudad atormentada y gobernada por el narcotráfico”. Quizá por la costumbre de radicar más de diez años en México, el jugador Óscar Rojas lo asumió con naturalidad.
Hasta diciembre pasado, él, su esposa Jéssica Tencio y sus tres hijos (Brenda, 9 años, Danna 8, y Óscar 5) residían en Ciudad Juárez, la región más peligrosa de todo territorio mexicano y catalogada como la segunda región más violenta del mundo.
7.643 ejecuciones en cinco años, 53 vehículos robados por día, extorsiones y secuestros por doquier, cifras y hechos, fueron parte de la cotidianidad con la que lidiaba el futbolista nacional que hoy se apresta a defender la camiseta del Club Sport Herediano.
“Me tocó escuchar balaceras cerca de mi casa. Nunca observé cuerpos ejecutados porque tuvimos la suerte de vivir en una zona segura. La mayor parte del tiempo lo invertíamos en El Paso, Texas (EE. UU.) as´í que a Juárez regresábamos en las noches”, relata el jugador de 32 años.
El fútbol lo llevó a la frontera norte donde militaba para los Indios, el equipo de la ciudad.
Una experiencia más de las tantas que coleccionó en México donde jugó para ocho clubes entre primera y segunda división.
“Allí experimenté cosas que jamás pensé. Estoy muy agradecido por todo. Mucha gente tiene la idea errónea de que el mexicano es agrandado y egocéntrico, y la verdad quien lo dice están muy equivocado. En 12 años jamás recibí un maltrato”.
Hecho a la mexicana
El Óscar Rojas que salió de Carmelita en el 2000 con un salario de ¢100.000 y el que vuelve en 2012 a suelo tico no es el mismo.
Lo delata un acento mexicano al hablar, es amante de ponerle picante a la comida y está curtido de experiencia.
Además echó raíces, pues sus tres hijos nacieron allá. “Mi familia es un arroz con mango, mi esposa es tica, mi hija mayor nació en Michoacán, otra en Sinaloa y el más chico nació en Chiapas. Serán ellos de adultos si desean obtener la nacionalidad costarricense”, confiesa.
No habla de cuánto se ganó en su periplo por tierras mexicanas, ya que “es un tema del que no me gusta referirme”. Pero confiesa: “gracias a lo que me gané, con mi esfuerzo invertiré en bienes raíces y en negocios. Quiero poner canchas sintéticas y concretar proyectos personales, entre ellos salir campeón”.