Domingo 1 de julio de 2012, Costa Rica

Henry Howard

El Castillo del Horror

Luis Fernando Moreno

redaccion@aldia.co.cr

Imagina una casa con trampas mortales y que cuando abriera el grifo de una tubería de esta saliera gas para acabar con su vida.

Eso es precisamente lo que ocurría en el castillo de Henry Howard Holmes, un asesino en serie estadounidense que confesó hasta 27 asesinatos y seis intentos de asesinato, durante los años 1800.

Nació en una familia honrada y puritana en Gilmanton, New Hampshire.

Según el sitio de Wikipedia, Holme utilizó gran cantidad de personas para construir su fortaleza, pues “recurrió a varias empresas, a quienes nunca pagaba e interrumpía pronto sus obras. De esa manera, él era el único en conocer en detalle un edificio”, anotó el sitio.

El castillo se ubicó en Chicago, el cual logró conseguir a costa de muchas estafas y empezó la construcción de un hotel con aspecto medieval.

Solo él conocía a detalle cada uno de los compartimientos que conformaban el edificio, sus trampas y puertas corredizas que daban a laberintos secretos, desde los cuales por unas ventanillas disimuladas en las paredes, el doctor podía observar a escondidas a sus clientes.

Además, el inmueble contaba con instalaciones eléctricas que le permitían identificar los movimientos de cada una de sus próximas víctimas.

Con abrir los grifos de gas podía asfixiar a las personas, sin necesidad de moverse de la silla de su despacho.

Luego con un montacargas y dos toboganes hacía descender los cadáveres a una bodega donde eran disueltos en ácido sulfúrico o reducidos a polvo en un incinerador.

El asesino en serie, era muy cauteloso a la hora de escoger a las víctimas, pues tenían que ser ricas, jóvenes, guapas y estar solas para evitar las visitas inoportunas de amigos o familiares, su domicilio tenía que estar situado en un estado alejado de Chicago.

Durante el tiempo que el hotel estuvo abierto se mantuvo ocupado. Luego por algunos problemas cerró las puertas.

Holmes fue condenado a muerte por el Tribunal de Filadelfia y ahorcado el 7 de mayo de 1896, a sus 34 años.