Domingo 22 de julio de 2012, Costa Rica

Lección a los maridos

Madame Popova

Por Patricia Recio

arecio@aldia.co.cr

A finales del siglo XIX una mujer rusa vio el sufrimiento de de decenas de esposas agredidas y decidió hacer negocio con su mala vida y de paso un bien social para las pobres damas.

Madame Alexe Popova, se dedicó a darle una solución a las mujeres cuyos maridos abusaban de ellas física y psicológicamente.

Aprovechó esa situación para crear una agencia para eliminar maridos, según el sitio tejiendoelmundo.com.

En poco tiempo consiguió gran éxito entre el género femenino. Popova llegó a convertirse en uno de los primeros casos reconocidos de asesinas seriales, sin embargo nunca se manchó las manos con sangre.

Madame Popova era una noble cruel, la vida para ella no tenía ningún valor, algo muy común en su época y por su rango tenía la capacidad de cometer sus crímenes y que estos quedaran sin castigo.

Además, según ella, hacía caridad con aquellas mujeres que sufrían de los maltratos de los maridos molestos.

Así fue como su empresa funcionó entre 1879 y 1909, tiempo en el cual pasaron unas 300 “clientas” con sus respectivos 300 maridos asesinados, ya que su método era eficaz y además cobraba poco por su trabajo, según citó una publicación del espectador.com.

Popova tenía sus propios métodos de ejecución, pero el más común era el veneno, dependiendo del deseo de la clienta ella misma lo administraba o bien se lo daba a su clienta para que esta se lo dosificara dependiendo que tan rápido quisiera ver resultados.

Había otros casos en los que por pedido de su clienta debía usar sicarios, pues esta quería que su marido no tuviera una muerte tan tranquila.

Sin embargo, su negocio se vino abajo en 1909 cuando una esposa arrepentida y víctima de los remordimientos decidió acudir a las autoridades y denunciar lo que hacía Madame Popova.

La asesina fue atrapada, juzgada, condenada y finalmente ejecutada en un pelotón de fusilamiento como se acostumbraba en la época.

Hasta el último momento de su vida mantuvo silencio y no denuncio a sus cómplices. Poco antes de ser ejecutada, orgullosa Madame Popova confesó: “Libere a mas de 300 mujeres e hice un gran trabajo alejando esposas infelices de sus tiranos” y en su defensa alegó que, “Nunca maté a una mujer”, según citó pagina12.com.

Asesinas en serie

Las viudas de Nagyrev

A mediados de 1920, las mujeres de Nagyrev, Hungría, se deshicieron de sus esposos con arsénico, pues durante la guerra los hombres partieron y cuando regresaron ellas ya tenían otras parejas.

La primera

El primer caso documentado de una asesina serial es el de la condesa húngara Elisabeth Bathory (1560-1614), quien mató y torturó a 300 mujeres para obtener la “fuente de la juventud”.