A la televisión llegó sin proponérselo y aunque no lo anhelaba, en esta lleva una década, contó la niña buena de la pantalla: Viviana Calderón, quien asegura ser enemiga de los escándalos por convicción no por el qué dirán.
Hoy, a un mes de celebrar 32 años, la presentadora se dice más madura y comprometida con causas como el reciclaje.
¿Cómo se define hoy?
Como una mujer que está llena de sorpresas, una persona que ha tenido la suerte de explorar distintos campos en la “tele” y que está metida en el deporte. “Vivi” está llena de vida y amor, con un matrimonio feliz y una familia incondicional.
¿Ha madurado?
Así lo siento. Porque a la hora de tomar decisiones las pienso mejor. Ya no me voy a la ligera, analizó bien lo que se ofrece, en todos los campos.
¿Y en pareja?
También hay madurez en esa área y es lindísimo porque uno habla mejor las situaciones. La comunicación es excelente, somos un equipo, ambos hemos madurado en diferentes aspectos y nos ha servido para tomar decisiones, que en la pareja es importante.
¿Cómo han sido los 10 años en televisión?
Han sido interesantes. Yo empecé realmente en el concurso Tica Linda, de ahí en adelante se dio todo porque me llamaron para hacer el segmento publicitario “Adela”. Luego vinieron “Los Popof”, “ATD”, “Destinos”, “En Vivo” y “7 Estrellas”. Es una carrera gratificante y triste al mismo tiempo, porque depende mucho de la imagen y si uno desea seguir en ella debe ubicarse según su edad.
¿Se porta bien para no estar envuelta en escándalos?
Desde que entré a la “tele” yo sé que uno está más expuesto, pero no soy una “santa”. En mis ratos libres disfruto de mi vida, pero sí me cuido, no soy una mujer de vicios ni de escándalos, me he cuidado mucho porque así yo soy. No soy la niña buena para que me vean, es porque así me educaron.
¿Estar en la pantalla es también un compromiso?
Creo que uno quiere ser un buen ejemplo. Ahora que estoy tan metida con el ejercicio y atletismo me parece que uno puede ayudar a la gente también a hacer consciencia sobre la salud.
¿Con qué sueña?
Me gustaría mucho probar más en la actuación. No he terminado mi carrera de Diseño Publicitario y desearía hacerlo pronto.
¿Buena para el oficio?
Me la juego, no es mi fuerte, pero en las cuentas todo lo llevo al día. Todo lo tengo bien estructurado, nunca falta nada del “súper”. En la cocina tengo que confesar que mi ayudante es la revista “Sabores”.
¿Aficionada?
Últimamente al Facebook. Además tengo una página de fans, es lindísimo y me gusta estar entrando para saludarlos y agradecerles tanto cariño. Me cautivó, no pensé que alguien se tomaría el tiempo de algo así. Es cierto que a veces a uno le gustaría que no lo reconocieran, pero cuando sientes ese cariño de gente que no te conoce, el sentimiento es increíble.
¿Para qué es fiebre?
Para reciclar. Soy proambiente y en mi casa tengo una bodeguita que es un centro de acopio. A mi esposo (Juan Lizano) lo he ido educando en ese sentido. Me paso cerrando el tubo en la casa y trato de mantener sólo una luz encendida. Me enoja muchísimo ver gente que tira basura por la ventana del carro, ahí sí pierdo el encanto. Mucho menos soporto ver que maltraten a un animal.
¿Cuándo el ejercicio se convierte parte de su vida?
Siempre desde chiquitilla, mis papás son deportistas. En el “cole” hacía fútbol, baloncesto, fútbol, de todo. Ahora estoy de lleno con el atletismo, me encanta porque lo puedo hacer con mi esposo, nos ponemos metas y hay mucha motivación. Es algo que podemos practicar los fines de semana.