La Liga hizo su mejor juego del campeonato y sonrojó a un Herediano cuya defensa fue un desastre

Kenneth Hernández

kenneth.hernadez@aldia.co.cr

Heredia.El corazón de león se resiste a morir....

Anoche, Alajuelense expuso su cara más agresiva, esa que parecía perdida en el torneo Verano y salió con los brazos en alto del Rosabal Cordero.

El tricampeón pisoteó al Herediano en su campo al vencerlo 2-3 y tomó una bocanada de oxígeno que lo mantiene con vida en su afán de clasificar a las semifinales del certamen.

Por el contrario, al “Team” le fue peor porque cedió terreno y perdió un duelo clave en su afán de escalar posiciones.

Arranque fulminante

En el primer tiempo la muralla herediana expuso serias grietas que sirvieron para que la Liga tomara un mazo de hierro y le abriera sendos boquetes.

Apenas a los nueve minutos de juego, el equipo liguista ya tenía dos goles gracias a la viveza de Diego Calvo y de José Salvatierra que aprovecharon, además de los despistes, la complicidad de un timorato arquero Leonel Moreira.

Tan dominado tuvo el juego el conjunto erizo que gozó de oportunidades valiosas para arrodillar temprano a un “team” desolado, aferrado a las carreras de “La Flecha” y al olfato del “Mambo”, quien de paso salió del destierro para acortar distancias.

Núñez hizo el 1-2 al 39´, mas, tan efímero fue el festejo que un minuto después, Pablo Antonio Gabas clavó una tercera daga cargada de veneno que silenció el reducto rojiamarillo.

Con el 1-3 los actores sellaron un capítulo inicial intenso, atrevido y que se volvió irrepetible pues en el complemento las revolucieron fueron más bajas.

Lo más destacado del capítulo: un remate al palo del brasileño Jorge Barbosa y por supuesto el golazo de Ismael Gómez con el reloj en 90 minutos.

El argentino soltó un bombazo que quemó la redes de Patrick Pemberton y agitó las aguas.

Tanto fue así que los cuatro minutos que otorgó de reposición el juez Wálter Quesada se volvieron trepidantes.

El duelo acabó con un tiro libre de José Carlos Cancela quien por más intentos que tuvo no dio en el blanco ni una sola vez. Y fallar se paga con creces como sucedió ayer.