Hace una semana tomó las riendas de un ministerio en el que tratará, en un plazo de año y siete meses, borrar de la mente de los ticos las múltiples imágenes de huecos, hundimientos y puentes bailey.
Pedro Luis Castro Fernández, de 41 años, vio en la decisión de aceptar el cargo como ministro de Obras Públicas y Transportes (MOPT) el mejor reto profesional de su vida, en lugar de una pesadilla.
Planes
- Usted fungió como viceministro de infraestructura en el período 2006 - 2010 ¿Qué diferencias hay en este nuevo proceso?
Como ministro uno tiene más posibilidades de cambiar cosas que como viceministro. Así es que esta es la oportunidad que quería.
- El hueco en la General Cañas o el más reciente en el puente de la Hispanidad son temas que molestan a los ticos ¿Qué pasa en estos casos?
Considero que ese tipo de situaciones se dan por un asunto de “cortoplacismo”, el ministerio generalmente tiene planes cada cuatro años y cambia. Además de la falta de coordinación.
- ¿Qué hará usted para cambiar eso?
Parte de los proyecto más importantes en mi gestión es el fortalecimiento institucional, fomentar la transparencia del ministerio y tecnificar más las inversiones en obra pública.
-Usted tiene un doctorado en pavimentos ¿De qué manera aprovechará eso?
Hay muchas cosas que quiero implementar y no tengo tiempo suficiente para hacerlo de manera completa, pero al menos el iniciar y orientar al ministerio por un camino mejor. Además está el tema del ordenamiento de las finanzas para la recuperación de la red vial.
-Muchos ven con esperanza su llegada al ministerio ¿Qué piensa usted sobre esto?
Ya varios sectores han pedido audiencia y espero poder escucharlos. El diálogo es importante y la conciliación.
-Usted quiere hacer muchas cosas. ¿Esto podría traerle muchos enemigos?
A nadie dentro de estas islas le gusta que le toquen su feudo. Habrá que hacer movimiento de puestos y recursos que a muchos no les va a gustar, pero espero y confío en que la gente quiera que el ministerio se transforme.
Meditó decisión
¿Cómo tomó la decisión de asumir el ministerio?
Cuando supe de la posibilidad, pedí dos o tres días para meditarlo. Creo que influyó el hecho de que yo al ministerio lo quiero, además la apertura de la señora Presidenta y las potestades que me da para cambiar cosas como presentar reformas a nivel de leyes.
- ¿Qué pensó su familia al aceptar usted el cargo?
Mi esposa hubiera preferido que no porque sabe como es; la exposición, la complejidad, el compromiso y el riesgo de que las cosas no salgan bien. Pero ella comprende que es un reto profesional muy interesante. En el caso de mis hijos, de 7 y 4 años, aún están muy pequeños para entender la situación, aunque si lo hablamos.
- Usted es profesor universitario, ¿ Recibió algún tipo de broma o comentario de un estudiante al asumir?
Por supuesto, no solo estudiantes sino todo el mundo. Ellos saben que es complicado, me tienden a preguntar que por qué acepté si es tan complejo y con tanta responsabilidad, pero aún así ven la posibilidad de un cambio interesante para el ministerio estando yo.
- ¿Ante eso siente que tiene una gran responsabilidad con ellos?
De hecho, ahora yo tengo que cumplirles a los estudiantes porque les he dicho muchas cosas que el ministerio debería hacer en infraestructura vial y ahora no les puedo quedar mal.
- ¿Seguirá dando clases aún siendo ministro?
En el Tecnológico (Instituto Tecnológico de Costa Rica TEC) no es complejo porque es solo un día y son dos horas y media, entonces puedo acomodarlo para ir un rato.
Mayor reto
- Usted asumió hace una semana el ministerio ¿Cómo han sido estos días?
Mi ritmo de trabajo no creo que cambie mucho con respecto a lo que estaba trabajando antes (se encargó de las empresas de la familia y daba asesorías a empresas extranjeras). He dormido poco, entre cuatro o cinco horas, ya me siento un poco cansado. Voy aprovechar los fines de semana.
- ¿Trabajará fin de semana?
Desde que fui viceministro me acostumbré a trabajar los sábados en la noche desde las 8:30 p.m. o las 9 p.m. hasta las 2 ó 3 de la mañana. Tengo seis años así.
- Cuando acabe este año en el Gobierno ¿qué planea hacer?
Consolidarme con una empresa constructora, poder tener un grupo de especialistas profesionales en diferentes áreas. Pero por ahora la prioridad es el ministerio.
- ¿Ser el jerarca del MOPT es su mayor reto profesional?
Sí, es un trabajo muy desafiante e interesante. Además creo que que dentro de todo lo factible uno debe ayudar al país.
- Y en lo personal ¿qué reto tiene?
Conciliar diferencias en mi familia. Luego de que mi papá fallece ha habido mucha tensión, la separación de los bienes hereditarios ha sido muy difícil.
- Eso representa un desgaste personal...
Exacto, pero estamos cerca de la conciliación, es cuestión de semanas para que firmemos un acuerdo definitivo. Ha sido un reto complejo y cada uno va a poder seguir con lo que mi papá quiso.
